Políticas

10/8/2020

Avellaneda: vamos a organizarnos por un servicio eléctrico seguro

Los resultados de la desinversión en el municipio.

El oficialismo y la oposición votan "importancia esencial del suministro eléctrico", mientras no se destina un peso.

El pasado jueves 23 de julio, en su quinta sesión ordinaria, el Concejo Deliberante de Avellaneda aprobó por unanimidad declarar la “importancia esencial del suministro eléctrico para todos los habitantes del distrito”. Palabras vacías a la hora de ver las condiciones de las redes en los barrios y la ausencia de controles municipales.

Dicho escrito sale a la luz, en una semana marcada por protestas en las barriadas a causa de cortes prolongados del servicio eléctrico. Vecinos de Sarandí, Villa Domínico y Wilde ganaron las calles.

Aprobada tanto por oficialismo (PJ) como oposición (UCR-Pro), sigue la línea de una pseudopresión de intendentes K del conurbano. En Avellaneda, Jorge Ferraresi viene declarando de forma diaria la necesidad de poner en análisis el convenio que el Estado mantiene con Edesur. Papel mojado, a la hora de ver que las palabras pasan y las precarización queda y se incrementa.

Hasta el propio gobernador, Axel Kicillof, se ha expresado de la misma manera, incluso amenazando futuras quitas de concesiones, que nunca terminan de ejercer. A la vez, en ningún momento han puesto la mira en investigar la falta de inversiones, causales de un servicio precario, desde hace muchos años.

Así lo demuestran las condiciones de los cables y conexiones eléctricas en las barridas, tanto dentro como fuera de las viviendas son paupérrimas. Vecinos y trabajadores denuncian ausencia de controles y mantenimiento por parte de la empresa. A los cortes y bajones de tensión, se le suman cables colgando, postes y paredes electrificadas, que han provocado gravísimos accidentes. “Cada vez que llueve es una amenaza. Porque se inundan dentro de nuestras casas, los pasillos, todo, y nuestros chicos están descalzos… a veces, cuando se viene un temporal, cortamos la luz nosotros, para que la cosa no sea peor”, nos informa Rubén, vecino de Villa Inflamable.

A los altos niveles de contaminación del aire, la tierra y el agua, la ausencia de redes cloacales, de agua potable, pluviales, la crisis habitacional, el hambre y la miseria en aumento, se le agrega un servicio eléctrico en precarias condiciones, servicio esencial para soportar el frío en estos meses invernales.

Con más de una década de gobierno K en Avellaneda, pese a sus discursos grandilocuentes y progresistas, los contratos con  las privatizadas nunca se han puesto en debate. Al contrario, siguieron recibiendo grandes subsidios por parte del Estado. Duros golpes a los bolsillos y condiciones de vida del pueblo trabajador, a cambio de impresionantes contribuciones y ganancias para Edesur, fugadas al extranjero.

Convocamos a los vecinos y trabajadores de las barriadas a organizarnos en asambleas, por condiciones eléctricas seguras. Nacionalización del servicio bajo control de sus trabajadores. Apertura de los libros de la empresa privatizada. Por un plan de obras públicas y de infraestructura, coordinadas por comisiones integradas por sus habitantes.

Basta de tarifazos. Invitamos a los habitantes y trabajadores de Avellaneda a adherir su apoyo, con su firma, al proyecto de ley por un impuesto a las grandes fortunas, presentada en el congreso nacional por los diputados del Frente de Izquierda-Unidad.

Que la crisis la paguen los capitalistas.