Políticas

21/6/2017

Bahía Blanca: 1.500 kilos de cocaína incautada que revelan un gran negocio capitalista


Más de 1500 kilos de cocaína fueron secuestrados en un galpón de una empresa ubicada en el Parque Industrial de Bahía Blanca, escondidos en enormes bobinados de acero que pesan 10 toneladas. En el operativo fueron detenidos narcotraficantes pertenecientes a un cártel mexicano y también empresarios bahienses, junto a otros miembros de la banda en Mendoza y Puerto Madero.


 


Se trata de uno de los eslabones de una estructura internacional, que incluye a empresas vinculadas al comercio exterior en Canadá, pasando por narcotraficantes en México y una red de transporte que llega hasta Chile, Mendoza y Capital Federal, entre otros lugares (lanueva.com, 19/6). Se estima que el puerto de Bahía Blanca, junto al de Campana, eran las vías para hacer llegar la droga a Europa, más precisamente Barcelona, como destino posible. La droga incautada tiene un valor estimado de 60 millones de dólares, mientras que fue necesaria una inversión de más de 300 mil dólares en la maquinaria y en los insumos usados para el transporte de la droga para crear el sofisticado dispositivo de enmascaramiento.


 


Además de empresas extranjeras, diversas empresas “nacionales” forman parte de la red (lanueva.com, 19/6) y son utilizadas como pantalla del narcotráfico. González Charvay, juez federal de Campana señaló que "es sabido que hay gente que estuvo directamente cooperando con toda la logística y el acondicionamiento de los rollos de acero, y por otro lado con la máscara legal que se le daba a la empresa" (labrujula24.com, 20/6).


 


De los 17 detenidos, uno es el presidente de la Cámara de Comercio Exterior y luego hay tres empresarios bahienses propietarios de "Piedras Guasch", dedicada a la venta y distribución de mármoles y granitos. Una empresa chaqueña funcionaba como intermediaria para la compra del material de camuflaje.


 


Como se ve, una red gigantesca de narcotráfico que supone una logística extensísima y compleja difícilmente pueda operar si no es con la complicidad de las fuerzas de seguridad y del Estado. El Concejo Deliberante de Bahía Blanca ha puesto en pie un ´observatorio contra el narcotráfico´ que lejos esta de meter las narices en este entramado. Por otra parte, los “descubrimientos” suceden con una frecuencia reveladora: el último gran secuestro de droga de importancia en Argentina data en 1997 (2.200 kilos de cocaína).


 


La ministra de Seguridad Patricia Bullrich se apresuró en exigir que “no se estigmatice a Bahía Blanca” luego del operativo. Pero lo hizo luego de señalar que la banda desarticulada ya había hecho exportaciones ilegales de droga en 2012 y 2013 en Bahía Blanca. Desde gobierno anteriores es una práctica común hacer la vista gorda frente a estos negociados.


 


Al respecto, las declaraciones del presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca, Pablo Pussetto, son elocuentes: “es imposible hacer un control de todos los bultos. Se hace un control aleatorio”. La gestión privada del puerto posibilita la circulación indiscriminada de mercancías, ofreciendo una herramienta para el desarrollo del narcotráfico.


 


Narcotráfico y crisis capitalista


 


Grandes corporaciones y complicidades estatales grafican redes de tráfico de drogas cuyas responsabilidades no están, como se pretende promover, en la juventud o sectores pobres. Estos últimos son las víctimas privilegiadas de un régimen social de explotación.


 


En su etapa de declinación y bancarrota, el narcotráfico es una vía tentadora para la acumulación del capital que no ofrece el mercado “legal”, y que incluye necesariamente, dado el volumen de las operaciones, no solo a empresas de galpones y transporte, sino también a los bancos para el lavado de dinero.


 


El desmantelamiento completo de las bandas delictivas de droga solo puede desarrollarse nacionalizando los puertos privados y terminando con el monopolio privado del comercio exterior y la banca. El Frente de Izquierda deberá desarrollar una gran campaña con este punto frente a todas las fuerzas que sostienen la privatización de puertos y el reforzamiento de unas fuerzas de seguridad descompuestas.