Políticas

7/5/2020

Bahía Blanca: 36 personas infectadas, el primer fallecido y un gobierno “comentarista”

En el día de ayer, falleció el primer paciente enfermo de coronavirus en la ciudad. Se trata de un hombre de 65 años, que habría contraído la enfermedad en un viaje a Chile, antes de la cuarentena obligatoria.


En relación a este caso, el secretario de Salud del municipio, Pablo Acrogliano, sostuvo: “Hace un mes comentábamos que el coronavirus había llegado y se iba a quedar, anticipábamos enfermos y muertos; sucedió lo que veníamos anticipando” (Frente a Cano, 6/5/20). De esta manera, el municipio se jacta de su “predicción”, aunque la capacidad de realizar un pronóstico semejante esté al alcance de cualquier mortal con wifi que siga las noticias alrededor del mundo y los informes y proyecciones de los expertos en salud. Lo que cabe preguntarse es qué viene haciendo el municipio desde que irrumpió el coronavirus, teniendo tal pronóstico en carpeta.


Desde que comenzó la cuarentena obligatoria, el gobierno municipal a cargo de Héctor Gay se ha limitado al rol de comentarista de la crisis, sin implementar medidas de fondo que preparen al sistema de salud local para hacer frente al pico de contagios que se espera para junio. Por el contrario, su medida más resonante fue el pago diferido de los salarios municipales. El mismo Acrogliano afirmaba días atrás que “si esto se dispara, vamos a tener que elegir como pasó en Italia. Todo lo que estamos haciendo ahora es para evitar eso, por eso es fundamental el compromiso ciudadano" (La Nueva, 17/04/20). Una declaración temeraria si no es seguida de la presentación de un plan contundente para fortalecer y centralizar el sistema de salud local. No hay que olvidar que la ciudad, al igual que sucede en otros puntos del país, tiene una proporción alarmante de contagios entre los trabajadores de la salud, con consecuencias como el cierre del Hospital de la Asociación Médica (HAM), que recién este lunes abrió sus puertas luego de casi tres semanas sin funcionar.


Otro aspecto a destacar en las declaraciones oficiales es la permanente insistencia en la “responsabilidad ciudadana”. En relación a una próxima flexibilización de la cuarentena, desde el municipio plantearon que “hay que ejercer una mayor responsabilidad como vecinos e intensificar las medidas de higiene y protección” (Frente a Cano, 6/5/20). De esta manera, cualquier desborde de la situación sanitaria podrá ser atribuida a fallas individuales, la mayoría de las veces imposibles de comprobar, para ocultar la responsabilidad del estado ante la falta de un programa integral que incluya elementos de seguridad e higiene necesarios para todos los trabajadores de la salud, testeos masivos, incremento en la cantidad de respiradores y salarios acordes a la canasta familiar, entre otros puntos urgentes.


Por los intereses sociales que representa, el gobierno de Gay solo se limita a administrar la escasez en medio de la crisis profundizada por la pandemia. A tono con el cajoneado impuesto a las grandes riquezas que el gobierno nacional había amenazado con impulsar, las ganancias del Polo Petroquímico o del Puerto de Bahía Blanca, cuyas actividades no se vieron afectadas por la cuarentena, se mantienen intactas en una ciudad que, según el propio gobierno, bordea el colapso sanitario. 


En un cuadro en el que miles de familias trabajadoras sufren la carestía producto de suspensiones con recortes salariales, despidos o la imposibilidad de salir a hacer changas para sobrellevar el día a día, la organización independiente de los trabajadores se vuelve imprescindible para luchar por un programa integral de salud bajo control obrero y una cuarentena sin hambre, despidos, ni flexibilización laboral.