Políticas

17/8/2017

Balance de las elecciones en Santa Fe


Las Paso en Santa Fe volvieron a martillar sobre la cabeza del gobierno del Frente Progresista. El oficialismo, que llevaba de candidato al ministro de Producción Luis Contigiani, quedó tercero cómodo con el 11,9%, detrás del PJ –que sumando sus listas internas quedó en primer lugar con el 27,8%– y de Cambiemos (27,1%). El oficialismo perdió en 18 de los 19 departamentos de la provincia. En Rosario, en la categoría de concejal -que tiene gran relevancia política, al igual que el concejo de Santa Fe Capital- cayó más de 13 puntos en referencia a 2015.


 


El gobierno del Frente Progresista, luego de ganar por escaso margen la provincia hace dos años, va perdiendo elección tras elección. La ruptura de una parte de los radicales para irse con el macrismo, junto a la crisis de conjunto del gobierno, anunciaba esta nueva derrota. Tras 10 años de gobierno, arrastró a la provincia a una profunda crisis y a una enorme polarización social –entre la inmensa mayoría trabajadora que asiste a como se agravan sus condiciones de vida, por un lado, y por el otro los grupos concentrados del capital agroexportador e industrial, que sin pausa buscan incrementar sus beneficios.


 


El gobernador Miguel Lifschitz hizo campaña intentando aparecer como opositor a Macri, y como una garantía de defender a los santafesinos frente al gobierno nacional. Pero la realidad cae por su propio peso: le votaron al macrismo en el Congreso Nacional todas sus leyes, como el pacto con los fondos buitres o el blanqueo de capitales. A la par de ello, arremetieron contra los trabajadores santafesinos permitiendo miles de despidos y suspensiones y destruyendo el salario de los trabajadores docentes, estatales y municipales.


 


Cambiemos, a décimas de ganar la elección provincial, llevó como candidato a un radical y privatizador de la educación pública, Albor Cantard. No solo repitió las elecciones anteriores alcanzando casi el tercio del electorado de la provincia, sino que realizó elecciones altas en distintos municipios como Rosario.


 


En esta ocasión, la vía de escape a la hecatombe del Frente Progresista, fue a parar nuevamente a Cambiemos y al PJ –este ahora en su versión “opositora” a Macri, con el kirchnerista Rossi encabezando y ganando ampliamente su propia interna.


 


El resultado electoral sujetará más aún a Lifschitz a la política del gobierno de Macri. Después de todo, los pedidos de endeudamiento provincial requieren de la aprobación del gobierno nacional, al igual que los términos de pago de la deuda de Nación a Santa Fe por coparticipación de alrededor de 50 mil millones de pesos.


 


La elección del Frente de Izquierda


 


El Frente de Izquierda alcanzó el 2,14% a diputado nacional con la lista encabezada por Octavio Crivaro, seguido por nuestra compañera Jorgelina Signa, realizando una elección muy similiar a las Paso 2015. Vale destacar que esta vez fue con un cuarto oscuro plagado de boletas, con 57 listas internas.


 


En Santa Fe Capital, donde encabezó el PO, no alcanzamos a pasar el piso electoral para concejal, siendo que en el 2015 llegamos a 7.000 votos y en el 2017 solo 2.100, migrando los votos al Frente Social y Popular y a Barrio 88, una variante capitalina de “Ciudad Futura”.


 


En Rosario, con la lista que encabezó Virginia Grisolia, del PTS, no pasamos las Paso. Nos quedamos a unos escasos cientos de votos para alcanzar el piso proscriptivo. Realizaremos una movilización política al escrutinio definitivo, pero hemos retrocedido aquí también en relación al 2015.


 


Por otro lado el Frente de Izquierda realizó extraordinarias elecciones en distintos municipios industriales, que refrendan su construcción política y la campaña desplegada en defensa e los intereses de los trabajadores.


 


En el corazón obrero de la provincia, el cordón industrial de San Lorenzo, obtuvimos más del 8% de los votos en Capitán Bermúdez en concejales, donde ya contamos con la bancada de Jorgelina Signa. En Fray Luis Beltrán, alcanzamos el 7,6%. Vamos a la pelea por ingresar al Concejo Deliberante, en un caso, y por ampliar nuestra representación parlamentaria en el otro. En San Lorenzo, obtuvimos el 4% y el 3% en el municipio de Baigorria. En Rafaela, con un Partido Obrero joven y una gran campaña, alcanzamos un 3% posicionándonos como cuarta fuerza del municipio. En Villa Constitución, histórico centro obrero metalúrgico, nos acercaremos al 3%, al igual que en la populosa Villa Gobernador Gálvez y en la ciudad de Arroyo Seco. En todo el Cordón industrial el promedio a diputados nacionales superaba el 5%.


 


El conjunto de las listas de izquierda obtuvieron resultados magros a diputado nacional. Es el caso del Frente Social y Popular, del periodista Carlos Del Frade, que retrocedió fuertemente después de una alta elección a diputado provincial en 2015. Su mimetización con los partidos de gobierno se cobró revancha. Luego de llamar a votar a Scioli, de sentarse en los actos junto a la burocracia sindical kirchnerista y de alentar al electorado de Rossi, los votantes prefirieron ir con la versión original y no con la izquierda que va a su rastra.


 


El grupo local de Rosario, Ciudad Futura, repitió una alta elección a concejal en Rosario, con el 5,9% de los votos, llevando como candidato a un pastor evangélico víctima del asesinato de sus hijos en manos del narcotráfico, y que se sumaría a los 3 concejales actuales que tienen mandato hasta el 2019. Ciudad Futura surgió a partir de una campaña contra “la política tradicional” y propugnaba “hacer una nueva política”. Pero en menos de lo que canta un gallo se soldó a lo más reaccionario de la política tradicional de la burguesía, votando y negociando el endeudamiento de Rosario de la intendenta Mónica Fein, e inclusive posiciones similares al del resto de los partidos tradicionales reclamando más “seguridad” en los barrios, a sabiendas que ese coro reclama un reforzamiento del aparato represivo. Su campaña fue bajo el slogan del “poder de la gente común”, haciendo una abstracción de las clases sociales en pugna. Ciudad Futura se ausentó de todas las luchas del período, contra los despidos y contra la rebaja salarial, o las del movimiento de mujeres por sus derechos (a pesar de de levantar la trucha lista 100% de mujeres).


 


La campaña electoral del Frente de Izquierda se entrelazó fuertemente con el conjunto de las luchas contra los planes de ajuste de Macri y Lifschitz. Apoyando a los trabajadores del complejo agroexportador que paralizaron los puertos por la defensa de su acuerdo salarial por actividad. Movilizándonos contra los casos de impunidad que cercan al gobierno provincial, y ponen en el banquillo de los acusados desde el ministro de Seguridad hasta el aparato policial. El Frente de Izquierda intervino fuertemente en todas las ciudades de la provincia, tomando las calles contra los femicidios y las desapariciones de mujeres. Recorrimos los grandes centros fabriles de Santa Fe, y la docencia del Frente de Izquierda visitó decenas y decenas de escuelas llevando nuestro planteo de defensa de la educación pública. Fuimos barrio por barrio y puerta por puerta. Salimos de esta primera elección avizorando el panorama político candente que tenemos por delante, y el desafío que representa para el Frente de Izquierda.