Políticas

12/1/1995|436

Bancarrota

Argentina es ciertamente diferente de México. En Argentina las condiciones para el estallido de una crisis similar, y aun superior, a la mexicana son francamente superiores  porque a la desintegración propia del plan económico se le suma ahora el derrumbe azteca, de los fondos norteamericanos y asiáticos y la anunciada devaluación en Brasil. Solamente  ésta última anticipa como mínimo la devaluación combinada de las monedas de los países del Mercosur.


El hundimiento del plan económico es anterior a la devaluación mejicana, como se revela en el simple hecho de que la Bolsa viene en caída libre desde comienzos de 1994. El banquero John Reed, en noviembre, de paso por Buenos Aires, hasta puso en duda la reelección de Menem por el nivel de la crisis bancaria y por las pérdidas especulativas que habían tenido los bancos extranjeros, revelando una división en la base del menemismo.


Desde que México devaluó, la crisis se ha acelerado y la inoperancia del gobierno tambien. La caída del Banco Extrader y  Finansur y de los operadores de Bolsa Argenbonex y Finmark  es la punta del iceberg de una aguda crisis del sistema financiero y bancario, golpeado por la caída de las acciones y los títulos públicos que están en su poder y el crecimiento de la mora e incobrabilidad de sus préstamos. En estas condiciones, “cualquier medida dirigida a aliviar los problemas patrimoniales y de liquidez de los bancos puede restar fortaleza a la convertibilidad, y por ende, conspira contra los intentos oficiales de alejar el fantasma de la devaluación. Por el contrario, si el gobierno se inclina por cumplir la convertibilidad, se expone a que la crisis del sistema financiero se generalice, con consecuencias imprevisibles para el conjunto de la economía” (Ambito Financiero, 3/1).


La falencia financiera es muy anterior al derrumbe mexicano y ya se había manifestado  en la caída de Argenbonex, en el derrumbe de la Bolsa platense y aún en el asesinato del financista Juan Bader a principios de marzo de este año. Antes de la crisis mexicana, la Bolsa acumuló una pérdida del 20% a lo largo del año, los “bonos Brady” perdieron el 30% de su valor y los Bocones entre el 40 y el 50%. Al mismo tiempo, se incrementó la incobrabilidad de los créditos bancarios: el 28% de los préstamos están en situación “irregular”; en la banca privada..SE ESTIMA LA MOROSIDAD BANCARIA EN 14.000 MILLONES, EQUIVALENTE AL PATRIMONIO DE LOS BANCOS Y A LAS SUPUESTAS RESERVAS QUE TIENE EL BANCO CENTRAL. El crédito interbancario se ha cortado y la situación es tan grave que ciertos bancos se vieron obligados a renovar compulsivamente por 24 horas los depósitos de sus clientes (ídem), o lo que es lo mismo, han caído en la cesación de pagos.  En el gobierno dicen que “hay que evitar que se repita lo del BIR (uno de los mayores bancos privados, que quebró a principios de 1980, desatando la maxidevaluación)”  lo que significa que están todas las condiciones dadas para que ello ocurra …


La “red de seguridad” creada por 5 bancos privados y 3 estatales para rescatar a los bancos en crisis  es un rescate para estos 8 bancos y la segura bancarrota de los supuestamente socorridos.  Es que los “salvadores” reciben dinero del Banco Central con lo cual le ofrecen a los bancos en crisis la compra de su carteras de préstamos “al 18 % anual en dólares más las comisiones del caso” (La Prensa, 10/1).. Como los bancos “salvadores” quieren las carteras solventes, a los “ahogados” les quitarán la “crema“”y les dejarán “la parte menos interesante y más riesgosa de  su cartera. Si esto resulta efectivamente así, la suerte de esos bancos y de los que se agreguen en la lista está sellada” (La Prensa, idem).


Inclusive se dice que para cubrir los retiros de depósitos, algunos bancos estarían echando mano a los fondos de las AFJP , lo cual asegura la bancarrota compelta de los debutantes fondos de pensión, quienes  tenían como destino cavallista generar….un mercado de capitales genuino. y a 6 meses del debut registran casi todos pérdidas colosales.


Argentina tiene en común con México, Venezuela, Perú y toda América Latina, el hecho de que sus economías han sido exclusivamente financiadas por el ingreso de capital especulativo, por montos sin precedentes, provocando un fenomenal incremento del endeudamiento externo. A pesar de las “quitas” y “reducciones” del “plan Brady”, y a pesar de las privatizaciones, la deuda externa latinoamericana ha crecido de 350.000 millones en 1982 a 513.000 en la actualidad.


El déficit anual de la balanza de pagos argentina –déficit comercial más pagos de la deuda externa– alcanza los 13.000 millones de dólares. Para reunirlos, Cavallo estará obligado, en ausencia del ingreso de capitales externos, a aumentar las tasas de interés por el cielo para acaparar los dólares con los cuales pagar la deuda., y aun así no podrá reunirlos.  Un aumento de las tasas de interés tendrá un efecto demoledor sobre la crisis bancaria: en forma directa, porque aumentará las dificultades de los bancos para mantener su liquidez, y en forma indirecta, porque la recesión y las quiebras que provocará  aumentarán la incobrabilidad de los créditos bancarios.


La pretensión de escapar a la recesión mediante el aumento de las ventas a Brasil es una utopía. Brasil también está en la lona , está preparando una devaluación y como dijera el ex-ministro Delfim Netto “las reservas brasileñas de 40.000 millones de dólares son ilusorias porque cerca de 25.000 millones son créditos a corto plazo que entraron al país para aprovecar las altísimas tasas de interés internas  y que se han transformado en deuda publica brasileña, mientras que otros 15.000 millones son aplicaciones especulativas, en el mercado accionario también de corto plazo” (La Nación, 10/1). En consecuencia, el “Jornal do Brasil” (6/1) asegura que “Cardoso devaluará gradualmente el real”.


Por otra parte, al  déficit fiscal hay que agregarle el que puede resultar de una caída del ingreso de capitales externos y de la propia la recesión consiguiente, toda vez que la recaudación fiscal se basa, exclusivamente, en los impuestos al consumo.


En medio de este cuadro de bancarrota completa, el gobierno ha lanzado espectaculares golpes . sobre las masas explotadas: suspensión de los juicios a los jubilados, veto a las partidas asignadas por el congreso a salud y educación, anuncios de despidos masivos en la administración pública, “flexibilidad”  en las Pyme. Después de habernos obligado a pagar el “boom” –con menores salarios, mayor desocupación y jornadas de trabajo más largas y agotadoras– ahora quieren hacernos pagar el “crack”.


No lo permitamos. No al pago de la deuda pública; la expropiación de los bancos; control obrero; ningún despido; anulación y confiscación sin indemnización de las privatizaciones; salario mínimo de mil pesos. 82% móvil jubilatorio. Jubilación estatal bajo la dirección de los obreros y jubilados. Fuera Menem-Cavallo.