Los trabajadores del Banco Provincia están llevando adelante una intensa lucha contra la liquidación su régimen jubilatorio, que incluyó 72 horas de paro continuados y nutridas movilizaciones esta semana y que el gobierno procura reventar con la disposición hoy de una conciliación obligatoria trucha.

Se trata de una pelea que, por sus alcances, debe ser atendida por el conjunto del movimiento obrero.

El proyecto del macrismo, aprobado esta semana mediante sesiones exprés en las dos cámaras de la Legislatura Bonaerense, supone el aumento de la edad jubilatoria –de 57-60 años con 35 de aportes, a 65 años con 35 de aportes–; la reducción del cálculo previsional –del 80% del haber de los últimos 5 años, a entre 72 y 60% de los últimos 10 años–; y el cambio de la base para el cálculo de la movilidad: de los salarios acordados en paritaria a los índices inflacionarios oficiales.

Para la votación de esta avanzada,  Vidal contó con la complicidad del PJ y el Frente Renovador en ambas cámaras: primero garantizando el quórum, y luego –antes de la votación– retirando la cantidad suficiente de parlamentarios para que los votos de Cambiemos alcanzasen la mayoría requerida de los presentes para la aprobación.

“Jubilaciones de privilegio”

María Eugenia Vidal y sus funcionarios sostienen que el proyecto elimina las “jubilaciones de privilegio” que cobrarían los bancarios, arguyendo que la caja previsional que atiende las mismas es deficitaria. Se trata de una falsedad en varios sentidos.

En primer lugar, porque esta avanzada es el puntapié inicial contra el conjunto de los regímenes previsionales especiales –es decir, contra las conquistas jubilatorias de docentes y estatales– en línea con el propósito de “armonizar” (nivelar a la baja) el Instituto de Previsión Social bonaerense con la Anses. Es una avanzada que se replica a lo largo y ancho del país.

El gobierno de Cambiemos, además, omite que los trabajadores del Bapro realizan varios aportes extraordinarios que nutren los fondos de la caja: al aporte mensual superior en 2 puntos a la media (tributan 14% en lugar del 12%) se suman descuentos extra en los primeros 20 sueldos posteriores a la efectivización, así como el primer aumento de cada paritaria –que va directo a la caja.

Si la caja es deficitaria no es por supuestas “jubilaciones de privilegio”, sino por las medidas de vaciamiento que los sucesivos presidentes y directorios vienen llevando adelante. Al traspaso de la rentable caja de seguros del banco que servía a su financiamiento –Eduardo Duhalde literalmente se la regaló al grupo Bapro– le han seguido onerosas tercerizaciones llevadas adelante por las gestiones posteriores, en favor de grupos empresarios afines, así como el uso del Bapro como respaldo para el endeudamiento de la provincia (la principal deudora del mismo).

Este camino de desguace del banco pega un salto con la nueva ley, que deslinda a la provincia de la obligación de cubrir la caja previsional, volcándola íntegramente sobre el Bapro –lo que, en el marco de la competencia con la banca privada, preanuncia su liquidación.

Abajo la conciliación

Los trabajadores del Bapro vienen dando una fuerte lucha, acompañando el paro con una gran  movilización al Congreso el lunes 18 (cuando se votó la reforma previsional nacional) y a la Legislatura el 19 (cuando se aprobó la del Bapro); colmando el 20 con una asamblea el hall de la casa central, y movilizándose a la Casa de la Provincia en la Capital Federal.

En el marco del conflicto, el Ministerio de Trabajo de Nación dictaminó una conciliación obligatoria, con el propósito de impedir los paros de los empleados del Bapro previstos para hoy y mañana (jueves 21 y viernes 22), acompañada con la provocación de que quitaría la personería gremial del sindicato (La Bancaria) si no acataban. Se trata de una conciliación trucha, en la medida en que no retrotrae la situación a la sanción previa a la ley, y apunta únicamente a “pasar las fiestas” y quebrar la lucha obrera. La conciliación fue acatada por la conducción de La Bancaria, de Sergio Palazzo.

En vistas a la gran energía desplegada por los trabajadores, la opositora agrupación Tribuna Bancaria defiende la continuidad de esta pelea por la defensa irrestricta de la caja. Así lo expresó el delegado Patricio Finoli a Prensa Obrera: “queremos que haya asambleas y un plenario de delegados con mandato de las mismas, que rechace la conciliación obligatoria; que demos continuidad a la lucha con un paro por tiempo indeterminado en el Bapro y que La Bancaria convoque un paro nacional, algo todavía más pertinente en el cuadro de la paritaria nacional”. El planteo ya ha sido ratificado en varias asambleas locales.

 

LEE TAMBIEN:

El Banco Provincia lucha, el gobierno impone una conciliación trucha