Políticas

19/9/2002|772

Banqueros e industriales reclamaron la pesificación

Los diarios La Nación, Página/12 y el propio ex ministro de Economía Jorge Remes Lenicov revelaron en estos días la “trama secreta” de la devaluación y pesificación de las deudas de los grandes pulpos capitalistas. Esto ya lo había denunciado Prensa Obrera con más lujo de detalles, durante enero y febrero, cuando se consumó la confiscación de los depósitos y la licuación de las deudas capitalistas.


Según Remes Lenicov (Página/12, 14/8), cuando el “dólar libre” superaba los 2 pesos, los banqueros y los pulpos endeudados lo presionaron a él y a Duhalde para que las deudas de los grupos capitalistas con los bancos se convirtieran 1 a 1 y el Estado asumiera la diferencia en relación a 1,40 peso, que era el valor al que se reconocían los depósitos. Según Remes, “ambas partes (banqueros y la Unión Industrial) acordaron plantear la pesificación asimétrica” porque los bancos preferían que el Estado cargara con una parte de la deuda de los grupos capitalistas por el temor a que esos grupos, fuertemente endeudados, no pagaran esas deudas. Por esta “pesificación asimétrica”, el Estado se comprometió a compensar a los bancos con un bono por 9.500 millones de dólares, mientras los ahorristas eran confiscados en otros 25.000 millones de dólares (por la diferencia entre el dólar libre de 2,10 pesos y la pesificación a 1,40).


La Nación agrega que la devaluación fue decidida por Remes Lenicov y su equipo, mientras la “pesificación asimétrica” fue “planteada en primer término por el economista radical Roberto Frenkel y el senador Raúl Baglini en una reunión en la Casa de Gobierno y luego por los empresarios del sector real en un acuerdo tácito con los banqueros” (5/8). Remes, Jorge Todesca (segundo de Remes y ex vicepresidente del Banco Provincia) y Frenkel, director del Banco Provincia, habían jugado un rol clave en la estatización de las deudas capitalistas con el Banco Provincia por unos 2.000 millones de dólares. Además, Todesca era asesor de Francisco Macri, quien en octubre había pedido que se estatizaran las deudas capitalistas.


En Prensa Obrera N° 740, y bajo el título: “Gigantesca licuación de las deudas de los pulpos: Duhalde superó a Cavallo”, señalamos que “el conjunto del establishment local” había solicitado “al Ministerio de Economía la pesificación 1 a 1 de todas las deudas” y que “el reclamo lo efectuaron en forma conjunta la Asociación de Bancos Argentinos (ABA), el Grupo Productivo, que integran la Unión Industrial (UIA), la Cámara Argentina de la Construcción (CAC) y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA)”. Y rematábamos que ese domingo 3 de febrero, “como buen mandadero, Jorge Remes Lenicov anunció la ‘buena nueva’ siguiendo los dictados de esta nueva alianza del capital financiero y los grandes grupos económicos”.


“¿Qué pasó para que los banqueros acepten que los grupos económicos endeudados en dólares con los bancos, como Techint, Loma Negra, Macri, Pérez Companc, paguen esas deudas a 1 peso por dólar cuando la moneda norteamericana supera los 2 pesos y va a seguir subiendo porque se dispuso la flotación del peso?”, preguntábamos en Prensa Obrera.


Y respondimos: “La respuesta es sencilla. Los ahorristas y el gobierno se harán cargo de la diferencia. Los primeros porque se les devolverá sus depósitos en dólares en ‘cómodas’ cuotas mensuales después del 2003 a 1,40 peso por dólar y no al precio del dólar al momento que puedan disponer de los pesos. Y el Estado cargará con la diferencia entre el 1,40 al que se devuelven los depósitos y el peso que pagarán las deudas. Por lo primero se calcula que los ahorristas perderán de entrada unos 25.000 millones de dólares y por lo segundo el Estado tendrá que emitir ‘un bono por cerca de 18.000 millones de pesos’. Ese bono, que recibirán los bancos, es más deuda pública que pagaremos los trabajadores con más impuestos e inflación, o sea con menores salarios.


“Así, de inicio, los bancos y los grandes grupos económicos le confiscan a los ahorristas y trabajadores unos 43.000 millones de dólares, cifra que irá creciendo cuanto más suba el dólar. Por eso, el complemento de esta confiscación es la disparada del dólar, una exigencia que fue impulsada por el Fondo Monetario”, concluíaPrensa Obrera.