Políticas

11/5/2016|1410

Barañao, buitres y grieta

La última semana, el ministro de Ciencia y Tecnología fue noticia por haber firmado “un memorando con Confindustria -la UIA italiana- que prevé crear un fondo de 100 millones de euros que va invertir en empresas argentinas en el rubro agroalimentario” (La Nación, 7/5). El monto no es significativamente grande, pero el propio Barañao destacó que es “el primer ministro de Macri que viaja a explorar oportunidades de inversiones y alianzas” (ídem). El ex ministro K se pone a la cabeza del endeudamiento internacional.


La última semana, el ministro de Ciencia y Tecnología fue noticia por haber firmado “un memorando con Confindustria -la UIA italiana- que prevé crear un fondo de 100 millones de euros que va invertir en empresas argentinas en el rubro agroalimentario” (La Nación, 7/5). El monto no es significativamente grande, pero el propio Barañao destacó que es “el primer ministro de Macri que viaja a explorar oportunidades de inversiones y alianzas” (ídem). El ex ministro K se pone a la cabeza del endeudamiento internacional.


En una larga entrevista en Página/12, en la que más allá de la insistencia de la periodista, no hace una sola crítica a Macri, Barañao defiende el ajuste y el arreglo con los fondos buitre. Cuando le preguntan cómo se va a llegar a la inversión del 1,5% del PBI en Ciencia, que prometió Cambiemos, el ministro “de la resistencia” no duda un segundo: “A partir de la mejora en la situación crediticia de la Argentina” (Página/12, 5/5) y agrega que está negociando un crédito del BID de 750 millones de dólares.


Barañao es la demostración viva de que la grieta entre macristas y kirchneristas es una ilusión. El ministro K-PRO es la fiel expresión de la burguesía argentina (y extranjera) que abrazó el intervencionismo del Estado, los subsidios y el atraso cambiario mientras le sirvió para sus negocios y ahora gira hacia el capital financiero. Ante los cuestionamientos a los agro-tóxicos del fotógrafo de Página/12 que interviene en la entrevista, Barañao defiende (otra vez) la fumigación con glifosato y aprovecha para festejar la asociación del Invap con el rey de la Soja, Grobocopatel. En este acuerdo, como es la regla, el Estado (Invap) aporta financiamiento y conocimiento, y la empresa se queda con la patente.


El sueldo inicial de un investigador (beca doctoral) es de 11.000 pesos y está congelado desde noviembre. Los subsidios para la investigación aumentan un 17,5%, lejísimo de la inflación y de la devaluación -gran parte de los insumos son importados. También en el ámbito científico, vemos emerger la verdadera grieta: entre los ajustadores (macristas y kirchneristas) de un lado y los trabajadores, investigadores y estudiantes, del otro.