Bariloche: encubrimiento se escribe con K

El juez Martín Lozada, a cargo de la investigación del asesinato de Diego Bonefoi (fusilado en Bariloche en la madrugada del 17 de junio), fue apartado de la causa a pedido de la defensa del policía. Acusan al juez de “parcialidad”, porque éste dialogó con vecinos del Alto y dio su pésame a la familia del adolescente. Una resolución posterior de la Cámara Criminal del tribunal ordenó la nulidad del procesamiento y de la prisión preventiva del policía, que se había negado a declarar.

El juez había caratulado el caso como “homicidio doblemente calificado”. En cambio, la decisión de la Cámara del Crimen apunta a darle oxígeno a la versión del “enfrentamiento” que pretende montar la policía.

Por otra parte, aún no hay ningún imputado por las muertes de Matías Carrasco y Sergio Cárdenas, asesinados durante la represión a la pueblada. Tampoco se tomaron medidas para individualizar y castigar a los responsables de las torturas sufridas por Mario Cayún y el resto de los detenidos del 17 y 18 de junio.

El gobierno nacional no ha dicho una sola palabra sobre la masacre de Bariloche, para no desestabilizar a un gobernador aliado, el radical-K Miguel Saiz. El kirchnerismo apostó al aporte de la burocracia sindical y del PJ para “pacificar los ánimos” y evitar una intervención directa que lo hubiera comprometido. La CTA aplazó el paro activo justamente con la finalidad declarada de aportar a la “paz social”, bloqueando en el momento crítico la tendencia de sus bases a manifestarse en solidaridad con la juventud de Bariloche. La Mesa Nacional de la central, en todas sus variantes, sencillamente se abstuvo de hacer algo.

La jornada del 24 de junio

El jueves 24, 2.000 personas marcharon en Bariloche para reclamar justicia para Bonefoi, Carrasco y Cárdenas. Ese día también se realizaron manifestaciones en Viedma (casi un millar de personas), General Roca y Cipolletti, entre otras localidades. La jornada estuvo enmarcada por el tardío paro provincial convocado por la CTA, que tuvo un altísimo acatamiento entre los docentes de toda la provincia y fue significativo entre los estatales y otros gremios.

Esta gran movilización antirrepresiva fulminó la iniciativa de los punteros del gobierno radikal y de las cámaras empresarias de Bariloche, que vieron fracasar estrepitosamente la marcha “en apoyo a la policía” que habían convocado para el día siguiente. Esos sectores habían reunido dos concentraciones importantes en los días posteriores a la pueblada e intentaban desplazar el eje del repudio al gatillo fácil a la cuestión de la “inseguridad” y el reforzamiento policial. Apenas desnudada esta manipulación por la movilización popular y la huelga, la convocatoria derechista se pinchó como un globo.

Es necesario desbaratar el operativo de encubrimiento que está en marcha. El Partido Obrero y la UJS convocamos a poner en pie comisiones en los barrios, en los lugares de trabajo y de estudio por el juicio y castigo de los responsables políticos y materiales de todos estos crímenes.