Políticas

25/9/2008|1056

Bariloche: Resistimos el aumento del boleto

Una rotunda oposición fue la respuesta de vecinos y estudiantes al aumento del boleto de transporte urbano. El gobierno municipal y la empresa de transporte dicen que la recaudación no les alcanza.

Sin embargo, el boleto de los barilochense -1,30 pesos el mínimo-, y la superexplotación de los choferes permitieron a la empresa ampliar su capital enormemente. Adquirió recorridos a Chile, abrió la explotación en Villa La Angostura y es la única línea que va a la costa Atlántica desde esta ciudad.

A pesar de todo esto, el gobierno municipal subsidia a la empresa con el dinero de los contribuyentes y en estos últimos meses la eximieron de pagar el impuesto inmobiliario.

La calidad del servicio es, sin embargo, pésima: demoras, mal estado de las unidades, falta de recorridos en los barrios, etc.

La burocracia de UTA le pone el hombro a la patronal y presiona para reclamarle los subsidios al Estado.

Por ejemplo, el empresario de 3 de Mayo, Guido Dal Pozzo, en una de sus respuestas a los vecinos declaró que las empresas de transporte y el Estado son socios en esta historia. Y a una pregunta de un compañero nuestro sobre el monto del salario y el horario que cumplen los choferes, se despachó -como si les hiciera un favor- diciendo que entre una cosa y la otra, los trabajadores hacen entre 9 y 10 hs. ¡Un trabajo insalubre!

La licitación del Transporte urbano en la ciudad debe renovarse, por este motivo es que el gobierno y los empresarios están preparando las condiciones con la suba de la tarifa. Tienen que cerrar el negocio. Pero 3 de Mayo y Codao, que un apéndice de la primera, no están solas en el reparto. El Grupo Plaza sería una de los interesados en agarrar el negocio. Este aspira a las rutas provinciales, que unen al aeropuerto con la entrada de la ciudad, y atraviesan toda la costa del Nahuel Huapi hasta el Cerro Catedral, en el medio los hoteles y el paisaje. Un negoción que capitaliza, especialmente el turismo.

Con algunas excepciones, casi todas las preguntas que los concurrentes podíamos efectuar por escrito fueron censuradas.

Que se efectuara la audiencia pública corrió por nuestra cuenta, ya que el municipio todo el tiempo maniobró para evitar la participación. Primero con la nula difusión de la misma, luego generó una confusión con el plazo para anotarse. A pesar de ello, fue una de las más concurridas y la adhesión a nuestras posiciones se manifestó en muchas intervenciones. También los vecinos se acercaban para debatir sobre nuestro volante. Ahora, tenemos que concurrir a las juntas vecinales a las cuales fuimos invitados -y que están dispuestas a organizar con los vecinos-, para continuar la lucha por estas y todas las reivindicaciones propuestas.