Ante la necesidad de viviendas y cansados de no obtener ninguna respuesta del municipio, trescientas familias del Barrio Luján, de Florencio Varela, decidimos ocupar un predio abandonado, donde son habituales los robos, quema de autos robados y hasta hubo un asesinato.

El 9 de mayo por la noche ingresamos en el lugar. Inmediatamente apareció la policía, sin orden judicial, y comenzó a reprimir. Después de casi 24 horas de resistencia, donde maltrataron a un vecino discapacitado, nos acusaron de delincuentes, revisaron nuestras mochilas. Al no obtener respuesta de ningún funcionario ni de abogados de "derechos humanos", decidimos retirarnos por la seguridad de nuestras familias.

Hoy nos encontramos con las amenazas hacia los delegados por parte de la policía y las presiones para dilatar nuestra lucha. A pesar de esto nos estamos reorganizando para extender nuestro movimiento y defender nuestro derecho a tener un lugar donde vivir.

Esto surge de los vecinos autoconvocados del barrio, comprobando que nada se puede esperar de estos funcionarios y que sólo debemos confiar en nuestra propia organización independiente hasta obtener nuestro objetivo.

Vecinos del barrio Luján