Políticas

14/8/2008|1051

Basta de persecuciones a Pelota de Trapo

Tiene 16 años y milita en el movimiento Chicos del Pueblo. El 24 de julio muy temprano, cuatro encapuchados lo secuestraron a punta de pistola, en Gerli, y lo obligaron a subir a un auto. Con una pistola apuntándole a la boca, le gritaron que se dejaran de "boludeces" y que iban a quemar "la imprenta, la panadería y la Casa de los Niños", todas de la Fundación Pelota de Trapo, donde el pibe está terminando la primaria. Un rato después lo bajaron en Remedios de Escalada.

Es el segundo ataque en lo que va del año contra Pelota de Trapo, una organización que impulsa la campaña "El hambre es un crimen; Ni un Pibe Menos". En abril, ocho desconocidos irrumpieron en la escuela de impresión gráfica y amenazaron a los alumnos.

"No hay duda de que la denuncia permanente y creciente de que el hambre es un crimen en la Argentina, está molestando mucho. Creo que hay que buscar el origen de las agresiones que sufrimos en los accionistas de los niños descalzos, que son los grandes grupos de poder, desde grandes empresas exportadoras de granos hasta el sector público" dijo Alberto Morlachetti, coordinador de la campaña. Morlacetti recordó que aunque Cristina Kirchner dijo en la FAO que el país puede producir alimentos para 400 millones de personas "no puede dar de comer a entre 4 y 5 millones de chicos indigentes. Repudiamos semejante amenaza y privación de la libertad de uno de nuestros pibes, al mismo tiempo que exigimos la acción de la justicia para esclarecer este hecho llevado a cabo por un grupo organizado, sin rostros, pero con jefes", señala el comunicado de Pelota de Trapo.

Sumamos nuestro repudio y exigimos que se busque y condene a los responsables.

Olga Cristóbal