El miércoles 11 de febrero, la Policía Federal ingresó en la UNLP en defensa de los intereses privatistas de la camarilla que gobierna el decanato de la facultad de Medicina. El decano Martínez acudió a la policía para desalojar el buffet del Centro de Estudiantes. No sólo sorprende el inusitado operativo policial contra un Centro de Estudiantes, sino también la celeridad de la Justicia para reprimir.

La Justicia actuó rápidamente esta vez, como lo hizo hace unos meses, fallando a favor de la camarilla de Medicina para desalojar a los ingresantes. Son medidas propias de las dictaduras militares. Se debe recordar, bajo la dictadura de Onganía, la “Noche de los Bastones Largos”, cuando las fuerzas policiales arremetieron dentro de la universidad contra docentes y estudiantes. También a la última dictadura, donde las universidades cerraron innumerables carreras.

Ha quedado al descubierto la complicidad del gobierno de la universidad, ya que el presidente Azpiazu se declaró impotente frente a la avanzada represiva, como también ante el ingreso restrictivo luego del fallo de la Corte. El gobierno nacional también lo es. Es que quien calla… otorga.

Está planteada la lucha contra la camarilla derechista de Medicina, contra la represión, por la apertura libre e irrestricta de la carrera. Debemos defender nuestras libertades democráticas.

No permitamos que la derecha se apodere de nuestro derecho a estudiar y a organizarnos. Fuera el decano Martínez de Medicina. La expulsión de la derecha, allanará el camino para ir por todas nuestras reivindicaciones; por el albergue, por el boleto, por el comedor turno noche.

Buffet de los estudiantes. Libre acceso a la carrera, derrotemos la restricción en el ingreso en todas las facultades.

Impulsemos el plan de lucha de la Federación Universitaria de La Plata.

Pablo Giachello