Políticas

2/7/1998|591

Beraja no quiere volver a escuchar “Yo acuso a Menem y Duhalde…”

El 18 de julio se cumple el cuarto aniversario del atentado a la Amia. La fecha se fue transformando en un símbolo de la lucha contra la impunidad, en especial a partir de que fueron surgiendo las evidencias del protagonismo en la llamada “conexión local” de elementos de la Bonaerense y de otros organismos represivos del Estado. El acto del año pasado adquirió una trascendencia especial a partir de la fuerte chiflatina que el público asistente le propinó a los ministros presentes (Corach, Rodríguez) y a los dirigentes de la comunidad judía, entre ellos el banquero menemista Beraja, por considerarlos responsables y cómplices, respectivamente, de la impunidad. Una de las intervenciones en ese acto, de quien habló como vocera de Memoria Activa, interpretó cabalmente ese sentimiento al denunciar con su reiterada fórmula de “Yo acuso a Menem y Duhalde…” a los principales responsables del encubrimiento y la impunidad.


La preparación del acto de este año parece venir complicada. En Página 12, del 7 de junio, se anunciaba un “aniversario teñido de discordia”. La nota ponía en boca de “un alto dirigente de la Daia” la afirmación de que “no podemos sufrir más desgaste” y de que “en principio barajaban no hacer ningún acto o hacerlo en el cementerio de La Tablada para evitar las protestas del año pasado”. En la misma nota se señalaba que la dirección de la Daia pretendía asociar en este intento a un sector de los familiares de los afectados, para alejarlos de los que ellos llaman “los activistas”.


El 21 de junio Página 12 publicó un reportaje a Beraja en el que el banquero lanza un duro ataque a los protagonistas del acto del año pasado, al que tilda de”expresión de violencia”. En un razonamiento típicamente menemista acusa de violencia a las víctimas y a sus reclamos y denuncias, mientras encubre y protege al gobierno y a los aparatos represivos donde anidan los asesinos. Beraja anuncia en el reportaje la voluntad de la Daia de llevar a cabo un acto propio y regimentado no permitiendo las críticas al gobierno. Esto, en momentos en que, de no haber mediado una oportuna apelación de Memoria Activa, el juez Galeano se aprestaba a “desvincular totalmente de la causa a Carlos Telleldín” (ídem, 7/6), la punta del ovillo de la conexión policial. Beraja busca justificar la exclusión de Memoria Activa de ‘su’ acto con el pretexto de que M.A. “se considera una entidad no judía” y que él pretende hacer un acto”comunitario” (ídem, 21/6). La búsqueda del castigo a los autores del atentado no es una cuestión comunitaria. Beraja busca quebrar y regimentar la lucha por el esclarecimiento y castigo de los autores del atentado.


La lucha por castigar a los culpables del atentado a la Amia forma parte de la lucha contra la impunidad de los aparatos represivos que el gobierno y Beraja buscan preservar. Uno de los aciertos de Memoria Activa fue justamente vincularse activamente con la lucha por el esclarecimiento de Cabezas y de otros crímenes que reconocen similar autoría. El cuarto aniversario debe ser una oportunidad para profundizar el camino trazado en el acto del año pasado, no para bloquearlo.