Políticas

17/4/2020

Bérgamo: Rocca (Techint) presiona, el gobierno cede, las muertes continúan

UJS

A pesar de concentrar más del 50% de infecciones y muertes en Italia, concentrando tan solo el 17% de la población nacional, el alcalde de Bérgamo Alberto Fontana ha solicitado levantar la cuarentena el 4 de mayo. Para esto, el alcalde de la derechista Liga propuso un modelo basado en “las 4 D: distancia, dispositivos, digitalización y diagnósticos”. 


Esta propuesta responde en gran parte al lobby patronal que ejercen los grandes grupos capitalistas en la zona, siendo la familia Rocca (del grupo Techint) uno de sus principales inversores. Allí, la familia no solo es dueña de Tenaris, que produce tubos de acero, sino es también propietaria de Humanitas, principal red de sanatorios privados. Es decir, al mismo tiempo que enferma a sus trabajadores, lucra con su salud: un negocio redondo. Bérgamo concentra un porcentaje muy importante de la producción industrial italiana. 


Como ya ha sido explicado previamente en Prensa Obrera, una vez iniciada la propagación del virus, las autoridades regionales y nacionales comenzaron una campaña de relativización a partir de la gran presión que ejercieron las empresas para seguir produciendo. Las mismas no han tenido siquiera la delicadeza de respetar las más mínimas condiciones de higiene requeridas: se producía sin elementos necesarios y sin respetar ningún tipo de distancia social. Esta situación ha tenido que ser frenada, relativamente, a partir de la acción de los cuerpos de delegados y sindicatos, quienes reclamaron el cese. El aspecto relativo se encuentra en que el 71% de las fábricas italianas, continúan en acción, mientras que muchas otras han abierto sin permiso.


El combo explosivo de la continuidad del aparato productivo frente a un sistema de salud vaciado, que ha puesto a Italia como uno de los principales infectados de la pandemia, tendría entonces su continuidad. Es evidente, que “las 4 D” no son más que el resultado de una demagogia que busca ocultar la masacre a la cual los capitalistas buscan seguir llevando a sus trabajadores. El propio alcalde ha explicado sobre la necesidad de “no paralizarse y aprender a convivir con el virus”. Esa convivencia, claro, tendrá sus peores consecuencias en quienes se exponen en fábricas y hospitales, en los que los capitalistas ganan en doble condición: a partir de la producción de sus trabajadores y a partir del negocio privado de la salud. 


La necesidad de comprender el alcance de esta situación no reside tan sólo en algo esencial, que es la solidaridad con les trabajadores italianos. Este modelo, es el que buscan imponer los capitalistas argentinos, con Techint y la UIA a la cabeza, a través de un verdadero plan de lucha: despidos, suspensiones y rebajas salariales. A partir de esto, han logrado ir levantando las restricciones a la producción con el aval de las burocracias sindicales, con el gremio del neumático como su más honrosa excepción: el SUTNA se ha plantado y ha exigido la puesta en venta del stock existente y la presentación de un informe con respecto al abastecimiento de neumáticos a nivel nacional, que no ha tenido una respuesta por parte del gobierno nacional. Al mismo tiempo, este lobby ha logrado retrotraer el anuncio realizado por Ginés García con respecto a algo que se impone como una necesidad cada vez más urgente: la centralización del sistema de salud. 


Bérgamo debe ser observado con atención por les trabajadores argentines: pues ahí reside la expresión más acabada del modelo Techint, las muertes obreras en defensa de las ganancias capitalistas. Se impone, a partir de esto, una urgente acción de les trabajadores. Es necesario centralizar el sistema de salud y avanzar a un impuesto extraordinario sobre las grandes fortunas, desconociendo la deuda externa como una medida urgente. El pago del IFE debe ser inmediato, sin restricciones y alcanzar los $30.000, y deben retrotraerse inmediatamente los despidos y suspensiones. Frente al lobby patronal, debe erigirse una organización obrera en defensa de la vida y el salario. Que la crisis la paguen los capitalistas.