Políticas

7/9/2006|962

Bergman, el rabino que encubre los crímenes de guerra del sionismo

"Oíd mortales, conciudadanos, el grito desgarrado del dolor: seguridad, seguridad, seguridad."


Las tronantes palabras del rabino Sergio Bergman, orador del acto de Blumberg, dieron fin a un discurso en el que el religioso dejó la dimensión “espiritual” para calificar al gobierno -“monarquía constitucional”- en los términos terrenales en que suelen hacerlo Macri, López Murphy o Carrió.


Bergman dijo que él y sus acompañantes estaban reunidos en la Plaza porque querían “volver a escribir la historia” y no dejarla en manos de “algunos iluminados”. Volver a escribir la historia de la Plaza de Mayo, como se ve, desvela tanto al kirchnerismo como a la derecha.


Para evitar cualquier confusión, el rabino aclaró que “los derechos humanos no tienen que ver con el pasado, son la dignidad religiosa, en la cual nos hacemos imagen y semejanza de lo divino (…) para construir un país para nuestros hijos que no sean asesinados, ni tomados como rehenes”.


En el universo de hijos asesinados del rabino no entra ninguna de las víctimas del gatillo fácil. En su universo de jóvenes rehenes no entran los miles de detenidos sin proceso en las cárceles, la mayoría menores de 24 años.


Más tarde, Bergman amplió el campo de sus enemigos a los piqueteros “que cortan el tránsito y el país no funciona”, advirtió que “cuando un país está en crisis de valores ningún religioso debe quedarse en los templos” y declaró que “los violentos están protegidos por las fuerzas de seguridad y los civiles amenazados” (La Nación, 2/9).


Bergman —miembro de la ONG israelí Am-Israel- levantó un Muro de los Lamentos de cartón en el Obelisco, en medio de la invasión al Líbano, para que algunos incautos mandaran mensajes de paz a Medio Oriente. Naturalmente, este defensor de la seguridad no tuvo una palabra de condena para los crímenes de guerra cometidos por el sionismo contra los pueblos de Líbano y Palestina. El embajador israelí, Rafael Eldad, aprovechó esa tribuna para acusar a la izquierda y a los piqueteros de terroristas por su condena a la masacre sionista.


Am-Israel es una entidad cuya página web reproduce todos los tópicos de “la guerra contra el terror” del gobierno de Bush y avala absolutamente la política sionista, incluida la masacre de Qana (www.amisrael.com). Esos son los derechos humanos y la clase de seguridad que prometen.