Políticas

14/7/2011|1185

Binner transformó a Santa Fe en el paraíso de la flexibilidad laboral

La reciente muerte del joven obrero Mario Arce en la ciudad de Baigorria se suma a una seguidilla de accidentes y muertes de trabajadores en el sur de la provincia.

En las últimas semanas ocurrieron cuatro muertes en una provincia que tiene el triste privilegio de encabezar el ranking nacional de accidentes laborales fatales, superando la media nacional en un 50%.

Esta catástrofe para los trabajadores tiene como única causa la tremenda flexibilidad laboral que reina en la provincia y que forma parte de la “reactivación productiva” con la que hace propaganda el gobierno del Frente Cívico.

Estos tremendos accidentes se dan justamente en los llamados “motores económicos” de Santa Fe: en la actividad vinculada con el traslado y almacenamiento de los granos para la exportación en el Cordón de San Lorenzo y en la construcción en Rosario, que está viviendo un enorme proceso de especulación inmobiliaria de la mano de los “agrodólares” y de la intendencia “socialista”, y que ahora, en medio del apuro electoral, se le suma también la obra pública.

Los funcionarios del Ministerio de Trabajo provincial intervinieron, junto a la burocracia de la Uocra, en función de salvaguardar el actual régimen de precarización laboral: la burocracia haciendo escraches luego de cada muerte y los funcionarios binneristas recordando la existencia de una ley de comités mixtos de higiene y seguridad que no ha frenado ni un solo accidente, ni evitado un solo muerto.

Para Binner, que se postula a la presidencia, la defensa de este régimen de tremenda flexibilidad laboral es una clara señal que envía al gran capital para ganarse su confianza.

Por su parte, los candidatos del PJ no han dicho absolutamente nada, porque las tercerizaciones forman parte de la política de Estado del kirchnerismo.

El obrero muerto en Baigorria trabajaba para una tercerizada contratada por el gobierno municipal del kirchnerista Ramos, quien exigió el aceleramiento de las obras de cloacas en función de las elecciones. Hacían trabajar a los obreros 11 y 12 horas, sin comer y sin los más elementales elementos de seguridad para quienes tenían que trabajar dentro de zanjas de cuatro o cinco metros de profundidad.

La denuncia a los “progresistas” binneristas y kirchneristas, responsables políticos de este régimen de precaridad laboral, es una cuestión insoslayable.

La lucha para terminar con la flexibilidad laboral, el trabajo en negro, las tercerizaciones y las muertes obreras en la provincia son puntos fundamentales de la plataforma del Partido Obrero, que lleva tanto al terreno de la movilización como de la lucha política electoral.