La presencia de Kirchner en el acto del Día de la Bandera en Rosario produjo un terremoto político hacia la “derecha” y hacia la “izquierda”.

Kirchner le dio un espaldarazo fuerte al binnerismo. No sólo se abrazaron para la prensa, sino que K anunció, junto al intendente Lifschitz, obras e inversiones nacionales en la ciudad por más de 1.800 millones de pesos; obras de gran repercusión electoral como la construcción de viviendas y el mejoramiento en la ribera del Paraná.

Reutemann fue el gran ausente. El PJ de la provincia, manejado por el aparato reutemista, está en una crisis de características históricas. Aún hoy el PJ no pudo armar su lista de diputados nacionales a pesar de que están en esa tarea Reutemann, Obeid y el propio Kirchner. Los candidatos “potables” van renunciando uno tras otro.

Todo esto debería producir un cimbronazo político en la izquierda y en sectores combativos del movimiento sindical, porque ya no pueden quedar dudas de que el binnerismo es un sublema de Kirchner. Ya habíamos dicho, cuando el primer Encuentro de Rosario: “Rosario, un encuentro kirchnerista”. Se reafirma la consigna votada en el reciente Congreso del Partido: “Parecen diferentes, pero todos son lo mismo”.

Alrededor del Frente Cívico binnerista no hay salida, no hay independencia. Es necesario impulsar un frente 100% de izquierda. En Rosario llamamos a apoyar a María Elena Molina, candidata a primer concejal, dirigente docente, secretaria gremial de Amsafe Rosario, por lo que representa desde el punto de vista de una lucha consecuente de los trabajadores y de la lucha por constituir un Frente de la izquierda.