Políticas

19/6/2003|805

Bonasso, candidato de Kirchner e Ibarra

Miguel Bonasso anunció su postulación a diputado nacional por la Ciudad. A la Legislatura lo acompañaría Beatriz Baltroc, ex integrante de los bloques de la Alianza y luego del Ari. Según informaron a la prensa, “el nuevo partido se plantea ir en el mismo camino que el presidente Néstor Kirchner, pero, debido a que auguran que éste no podrá ir a fondo con sus propuestas, ellos quieren crear una nueva alternativa en la Ciudad de Buenos Aires”. Pero en la Ciudad “no tienen pensado presentar candidato a Jefe de Gobierno” (Noticias Urbanas, 13/6). Como el comunicado no denuncia a Aníbal Ibarra, el cual tiene el apoyo de Kirchner, Bonasso se candidatea tanto para apoyar a Kirchner como a Ibarra. La lista de Bonasso está “colgada” de la candidatura de este último.


Es significativo que, después que Ibarra ha constituido un “amplísimo” frente de centroizquierda, aún aparezcan centroizquierdistas que deban postularse por afuera. Es el reconocimiento vergonzante del desprestigio de Ibarra. Pero los que van por afuera son ibarristas vergonzantes, y kirchneristas declarados. No persiguen otra cosa que contener “por izquierda” el descrédito de Ibarra y contribuir a su tentativa reeleccionista.


Las fábricas recuperadas


En la nueva lista participan integrantes del Movimiento de Fábricas Recuperadas. Para reforzar esta identificación, el propio gobierno de Kirchner acaba de colocar a Bonasso y a Baltroc como mediadores de una negociación del conflicto de Brukman, que tendría como principal operador a Gustavo Beliz. Beatriz Baltroc ha impulsado varios proyectos de expropiación parcial de fábricas en proceso de quiebra con resarcimiento económico a sus patronales. Estos proyectos apuntan a formar Pymes cooperativas libradas a la competencia capitalista.


Según se informó, Bonasso también integrará a asambleístas, algo que, a esta altura, es probable que hagan todas las listas de la capital, luego del derrumbe del abstencionismo electoral. Pero no postula la fusión del movimiento asambleario con los piqueteros y las fábricas ocupadas, sino su integración al Estado de la ciudad, precisamente lo que ha procurado hacer Ibarra, a través de los CGP y su espadachín Ariel Schiffrin.