Políticas

7/7/2007|898

Buenos Aires: la rebelión salarial en la Provincia

En base a informes de Daniel Rapanelli, Alejandro Sánchez Moreno y corresponsales en Avellaneda, Lomas de Zamora, San Martín y José C. Paz.


 


Comenzó una rebelión salarial de los estatales en la Provincia de Buenos Aires. El jueves 28, huelgas, asambleas, marchas, movilizaciones, ollas populares y piquetes de los trabajadores de los hospitales, la administración central, los municipales y la Justicia se hicieron sentir en toda la provincia.


El anuncio de Solá, de que no habrá más aumento que el blanqueo de 40 pesos, echó más leña al fuego.


La profundidad de las reivindicaciones y la política de bloqueo, asfixia y sabotaje de las direcciones de UPCN, ATE y Salud plantean el camino de la autoconvocatoria.


Los estatales toman la jornada de lucha en sus manos


En La Plata, el paro se hizo sentir en los Astilleros Río Santiago, Ioma, Educación, el IPS, el Registro de las Personas, en Desarrollo Humano, en el Hospital Rossi (que cortó la calle con 100 trabajadores), en el San Juan de Dios y entre los auxiliares de educación.


En todas las comunas hubo paros y huelgas de los municipales, muchos por tiempo indeterminado.


La onda expansiva de los paros autoconvocados de los hospitales porteños está sacudiendo a los de la provincia. En algunos de ellos, como el Fiorito de Avellaneda y el Posadas de Haedo, hubo paro y piquetes. También se sumaron a los paros el Paroissien, el Gandulfo, Estévez y Oñativia (Lomas de Zamora), el Mercante de José C. Paz, los hospitales de Moreno, Isidro Casanova y Temperley, el instituto Malbrán, el Materno de Mar del Plata, la Maternidad Goitía y el Presidente Perón de Avellaneda, al igual que el Niños, Rossi y el Hospital Alejandro Korn, de La Plata. Los reclamos de los médicos provinciales, nucleados en la Cicop, siguen sin resolverse.


Muy importante fue el paro en Bahía Blanca, en conjunto con el Suteba (opositor) y los judiciales. Fue destacadísimo el piquete de los estatales de Esteban Echeverría, que cortaron la autopista que va a Ezeiza.


Pararon también los judiciales y más de 1.500 obreros de Astilleros Río Santiago manifestaron frente a la Gobernación.


Las distintas asambleas en los hospitales y las reparticiones votaron distintas mociones —aumento de 300 pesos al básico, un básico de 800 pesos— y el rechazo al “aumento” trucho de Solá.


Solá y la burocracia


El aumento de 40 pesos al básico ofrecido por Solá es trucho, porque no es sino un blanqueo de una parte de la movilidad que ya se paga. No agrega un solo peso al salario. Para 35 mil empleados públicos —entre las categorías 1 y 18 hasta los 10 años de antigüedad— el “blanqueo” será negativo porque absorbe adicionales y está afectado a descuentos. En muchos casos, cobran entre 5 y 10 pesos menos que antes.


“No va a haber más aumento”, declaró Solá. El gobierno provincial tiene comprometido el superávit fiscal para pagar la deuda pública.


Tan trucho como el aumento es la “paritaria” que armó el gobierno provincial con las burocracias de UPCN, Salud y ATE. Las direcciones sindicales aceptaron hacerle de comparsa a Solá. El pase a planta de todos los precarizados está en crisis porque la Provincia no tiene el presupuesto para absorberlos. 


El congreso provincial de ATE, reunido el 14 y 15 de abril, no aprobó ningún paro por aumento salarial y planteó que los planes de lucha estaban en manos de los secretarios generales de cada seccional. Se terminó aprobando así sólo la “jornada de movilización” del 28 de abril, y quedaba librado al criterio de cada seccional darle un “contenido”.


Autoconvocatorias, intergremiales, interhospitalarias


En la asamblea de ATE Lomas de Zamora, los compañeros planteaban que no podíamos esperar a que la dirección de ATE Provincia convocara a otra “jornada” aislada; que había que “organizar desde abajo y coordinar con todos los sectores en lucha”. La directiva local, pese a la supuesta “independencia” de las seccionales para lanzar sus propios planes de lucha, se opuso al planteo de un paro de 24 horas para el 5 de mayo, sin asistencia a los lugares de trabajo (porteros de escuela) y con asamblea en la sede de ATE Lomas y en todos los hospitales. Pese a esta oposición, el paro fue aprobado en forma aplastante.


El compañero L., técnico del Eva Perón de San Martín, saca su propio balance: “Como trabajadores, entendemos que no se puede aspirar a un salario digno y a condiciones dignas de trabajo sin luchar (…). Vemos que el gobierno y la burocracia sindical socavan y traicionan nuestros derechos. Esto hace que nos pleguemos a esos paros que comienzan como autoconvocados, y después, ahí mismo, se demuestra si la Comisión Interna está o no con los trabajadores. Hay que unir a todos los hospitales y a todos los sectores en lucha: Astilleros, Parmalat, subtes. Para ganar necesitamos unir a todos los trabajadores”. L. fue uno de los delegados que participaron de la reunión Interhospitalaria convocada por el Garrahan.


Susana Ferreyra, secretaria general de ATE Avellaneda: “Estamos de acuerdo (con la Interhospitalaria). Nuestros compañeros van a participar. Va a superar todas las divisiones de diferentes sindicatos y de jurisdicciones: hospitales de Capital, Provincia. Queremos que esta Interhospitalaria apoye todas las luchas, donde sean, y que luche por la equiparación de los salarios de Capital y Provincia”.


Votar, actuar, luchar y ganar


Para conquistar el aumento salarial hay que impulsar y darles cuerpo a las asambleas por hospital, dependencias, ministerios y escuelas, y poner en pie las Interhospitalarias e Interestatales con mandatos de lucha de las bases. Con este mismo método, tenemos que garantizar el paro del 4 de mayo (que llama ATE), para darle un carácter activo, votar su continuidad y un Plan de Lucha de todos los estatales.


El extraordinario paro activo del Suteba Bahía Blanca del jueves y los paros de los judiciales plantean la lucha común y conjunta de los estatales y los docentes para organizar el paro y la huelga provincial.


Por un aumento de emergencia de 300 pesos al básico y por un salario igual a la canasta familiar. Asambleas y autoconvocatorias para votar, actuar, luchar y ganar.


 



Comenzó una rebelión salarial de los estatales en la Provincia de Buenos Aires. El jueves 28, huelgas, asambleas, marchas, movilizaciones, ollas populares y piquetes de los trabajadores de los hospitales, la administración central, los municipales y la Justicia se hicieron sentir en toda la provincia.


El anuncio de Solá, de que no habrá más aumento que el blanqueo de 40 pesos, echó más leña al fuego.


La profundidad de las reivindicaciones y la política de bloqueo, asfixia y sabotaje de las direcciones de UPCN, ATE y Salud plantean el camino de la autoconvocatoria.


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Los estatales toman la jornada de lucha en sus manos


 


En La Plata, el paro se hizo sentir en los Astilleros Río Santiago, Ioma, Educación, el IPS, el Registro de las Personas, en Desarrollo Humano, en el Hospital Rossi (que cortó la calle con 100 trabajadores), en el San Juan de Dios y entre los auxiliares de educación.


 


En todas las comunas hubo paros y huelgas de los municipales, muchos por tiempo indeterminado.


 


La onda expansiva de los paros autoconvocados de los hospitales porteños está sacudiendo a los de la provincia. En algunos de ellos, como el Fiorito de Avellaneda y el Posadas de Haedo, hubo paro y piquetes. También se sumaron a los paros el Paroissien, el Gandulfo, Estévez y Oñativia (Lomas de Zamora), el Mercante de José C. Paz, los hospitales de Moreno, Isidro Casanova y Temperley, el instituto Malbrán, el Materno de Mar del Plata, la Maternidad Goitía y el Presidente Perón de Avellaneda, al igual que el Niños, Rossi y el Hospital Alejandro Korn, de La Plata. Los reclamos de los médicos provinciales, nucleados en la Cicop, siguen sin resolverse.


 


Muy importante fue el paro en Bahía Blanca, en conjunto con el Suteba (opositor) y los judiciales. Fue destacadísimo el piquete de los estatales de Esteban Echeverría, que cortaron la autopista que va a Ezeiza.


 


Pararon también los judiciales y más de 1.500 obreros de Astilleros Río Santiago manifestaron frente a la Gobernación.


 


Las distintas asambleas en los hospitales y las reparticiones votaron distintas mociones —aumento de 300 pesos al básico, un básico de 800 pesos— y el rechazo al “aumento” trucho de Solá.


 


Solá y la burocracia


 


El aumento de 40 pesos al básico ofrecido por Solá es trucho, porque no es sino un blanqueo de una parte de la movilidad que ya se paga. No agrega un solo peso al salario. Para 35 mil empleados públicos —entre las categorías 1 y 18 hasta los 10 años de antigüedad— el “blanqueo” será negativo porque absorbe adicionales y está afectado a descuentos. En muchos casos, cobran entre 5 y 10 pesos menos que antes.


 


“No va a haber más aumento”, declaró Solá. El gobierno provincial tiene comprometido el superávit fiscal para pagar la deuda pública.


 


Tan trucho como el aumento es la “paritaria” que armó el gobierno provincial con las burocracias de UPCN, Salud y ATE. Las direcciones sindicales aceptaron hacerle de comparsa a Solá. El pase a planta de todos los precarizados está en crisis porque la Provincia no tiene el presupuesto para absorberlos. 


El congreso provincial de ATE, reunido el 14 y 15 de abril, no aprobó ningún paro por aumento salarial y planteó que los planes de lucha estaban en manos de los secretarios generales de cada seccional. Se terminó aprobando así sólo la “jornada de movilización” del 28 de abril, y quedaba librado al criterio de cada seccional darle un “contenido”.


 


 


Autoconvocatorias, intergremiales, interhospitalarias


 


En la asamblea de ATE Lomas de Zamora, los compañeros planteaban que no podíamos esperar a que la dirección de ATE Provincia convocara a otra “jornada” aislada; que había que “organizar desde abajo y coordinar con todos los sectores en lucha”. La directiva local, pese a la supuesta “independencia” de las seccionales para lanzar sus propios planes de lucha, se opuso al planteo de un paro de 24 horas para el 5 de mayo, sin asistencia a los lugares de trabajo (porteros de escuela) y con asamblea en la sede de ATE Lomas y en todos los hospitales. Pese a esta oposición, el paro fue aprobado en forma aplastante.


 


El compañero L., técnico del Eva Perón de San Martín, saca su propio balance: “Como trabajadores, entendemos que no se puede aspirar a un salario digno y a condiciones dignas de trabajo sin luchar (…). Vemos que el gobierno y la burocracia sindical socavan y traicionan nuestros derechos. Esto hace que nos pleguemos a esos paros que comienzan como autoconvocados, y después, ahí mismo, se demuestra si la Comisión Interna está o no con los trabajadores. Hay que unir a todos los hospitales y a todos los sectores en lucha: Astilleros, Parmalat, subtes. Para ganar necesitamos unir a todos los trabajadores”. L. fue uno de los delegados que participaron de la reunión Interhospitalaria convocada por el Garrahan.


 


Susana Ferreyra, secretaria general de ATE Avellaneda: “Estamos de acuerdo (con la Interhospitalaria). Nuestros compañeros van a participar. Va a superar todas las divisiones de diferentes sindicatos y de jurisdicciones: hospitales de Capital, Provincia. Queremos que esta Interhospitalaria apoye todas las luchas, donde sean, y que luche por la equiparación de los salarios de Capital y Provincia”.


 


Votar, actuar, luchar y ganar


 


 


Para conquistar el aumento salarial hay que impulsar y darles cuerpo a las asambleas por hospital, dependencias, ministerios y escuelas, y poner en pie las Interhospitalarias e Interestatales con mandatos de lucha de las bases. Con este mismo método, tenemos que garantizar el paro del 4 de mayo (que llama ATE), para darle un carácter activo, votar su continuidad y un Plan de Lucha de todos los estatales.


 


El extraordinario paro activo del Suteba Bahía Blanca del jueves y los paros de los judiciales plantean la lucha común y conjunta de los estatales y los docentes para organizar el paro y la huelga provincial.


 


 


Por un aumento de emergencia de 300 pesos al básico y por un salario igual a la canasta familiar. Asambleas y autoconvocatorias para votar, actuar, luchar y ganar.