Mario Secco, intendente de Ensenada, se metió en el entrevero del acuerdo con el FMI declarando a los medios de prensa que la deuda con el FMI tiene que “pagarse sí o sí”. Secco rechazó el no pago, romper con el Fondo o desconocer la deuda, sobre la que insistió en que “nos guste o no fue contraída por un gobierno votado por el pueblo”. El intendente se postra gustoso ante la “democracia” fondomonetarista de Macri como el más liberal, de los liberales, o parafraseando a más de un pseudoizquierdista K es cuanto menos “funcional a la derecha”.

A Marito, como gustan llamarlo los conversos de Patria Grande y el PCR disueltos en el peronismo ensenadense y en el Frente de Todos, no se le pasa por la cabeza siquiera la investigación de una deuda usuraria y fraudulenta. Está postrado ante el FMI. Como hombre de Estado burgués, Secco dice que las deudas hay que pagarlas, respetando la continuidad de régimen que invocan todos los gobiernos capitalistas, y el de Alberto y Cristina, para pagar, refinanciar y volver a pagar la estatización de la deuda privada bajo la dictadura y su crecimiento exponencial en la democracia.

Quien fue más lejos en esta política fue Néstor Kirchner, cuando gatilló cash la deuda “pendiente” con el Fondo Monetario. El verso del “desendeudamiento” sirvió para rifar 10.000 millones de dólares de libre disponibilidad. Años después, Kicillof, como ministro de Economía de Cristina, pagaría al Club de París otros 9.700 millones de dólares en plena escalada devaluatoria. ¿De qué se jacta este peronismo pagador serial? Secco, con su apoyo al pacto colonial, terminó de cruzar la raya.

Siguiendo a Kicillof, el intendente de Ensenada también recalcula su cuota de cristinismo para no quedar pegado a Máximo Kirchner y su declamación contra el acuerdo con el FMI. Irónicamente tildó la crisis con el presidente del PJ bonaerense -que nadie reconoce como tal- de un lindo debate por “dos mangos menos de deuda”. Una bancarrota proimperialista.

La actitud de Secco delata al “nacional y popular” como un sometido al FMI; a dos aguas entre Máximo y Kicillof, Mario Secco declara que tanto sea en la versión de Alberto Fernández y Guzmán, o en la “más dura” del jefe de La Cámpora, “la deuda externa hay que pagarla”. Es lo mismo que asegura Máximo cuando agrega que su renuncia a la presidencia del bloque del Frente de Todos no condiciona el voto de los legisladores kirchneristas en el Congreso. También Moreau dijo que fue mal interpretado, previendo un arrugue general. Seguirán los sapos.

Mario Secco navega hacia la derecha porque su puerto de llegada es el sí a la colonial Carta de Intención que legaliza el cogobierno del FMI. En boca de Secco, el “pagar hay que pagar” lo alinea con Kicillof y los intendentes pejotistas. ¿Dos mangos? Así califica el intendente ensenadense a una deuda usurera que asfixia al país y lo somete a un monitoreo permanente. ¿Creerá Secco que el tarifazo del 9% a los combustibles de YPF son chirolas y no ajuste? El nacional y popular mide los “mangos” con la vara de los sueldos de hambre que paga a los trabajadores municipales, pero no con la medida de los ingresos millonarios que el jefe comunal de Ensenada supo amasar en los 20 años de “Gestión Mario Secco”.

En un exceso autorreferencial, Mario Secco compara los 44.000 millones de dólares que Macri sumó a la deuda externa proveniente de la dictadura con la deuda municipal que “heredó” veinte años atrás, cuando asumió como intendente de la ciudad derrotando al PJ de Beto Del Negro. Orgulloso, Secco declaró que “teníamos que pagarla y se pagó”. Lo que omite “Marito” es que esa deuda (quebranto) fue denunciada en su momento como ilegal y fraudulenta. Tampoco esta deuda fue investigada.

En suma quien llegara a la intendencia como radical y con el sello del ARI de Elisa Carrió, para pasarse más tarde al kirchnerismo, pagó peso sobre peso la quiebra fraudulenta dejada por Del Negro. Lo que no dice Secco es que buena parte de los otrora corruptos betonegristas se pasaron con entusiasmo al sequismo, incorporándose a su gobierno. Lo mismo ocurrió con la burocracia sindical devenida en sequista.

La declaración de fe pagadora al FMI de Secco tiene otros antecedentes ajustadores: la diputada provincial Susana González hizo punta en la Legislatura con la media sanción de una declaración -votada por el Frente de Todos y Juntos- que habilita la Sociedad de Estado privatista en el Astillero Río Santiago (ARS ). Secco también instruyó a su legisladora para que votara el presupuesto provincial 2022 que autoriza un mayor endeudamiento y elimina el Fondo Covid para enfrentar la pandemia. Un ataque a la salud en un municipio que es capital provincial de la contaminación.

El repudio al acuerdo infame es de vital importancia para los obreros del astillero, que luchan por la reactivación de la planta y contra la asfixia presupuestaria y las amenazas de privatización. Secco está dispuesto a entregar el ARS al FMI y el astillero 100% estatal a los especuladores bursátiles si prospera la Sociedad de “Estado”. Secco quedó convencidamente a la derecha del relato.

El pronunciamiento del movimiento obrero combativo por la movilización del 8 de febrero a Plaza de Mayo implica una vigorosa campaña de denuncia y lucha contra el ajuste y el pacto de cogobierno acordado por Alberto Fernández con el Fondo. El Suteba Ensenada (conducción Multicolor) llevará al cuerpo de delegados de la seccional la propuesta de sumarse a la convocatoria a Plaza de Mayo. ¡Hay que ganar la calle!

Secco trocó la pose de compadrito nacional y popular por la de vocero disciplinado y obediente de los pagadores seriales al capital financiero. Llevemos a todos los lugares de trabajo, de estudio y barrios la campaña de adhesión y concurrencia a la marcha del 8. Movilicemos masivamente contra el pacto ajustador y fondomonetarista.