Políticas

10/3/1994|413

Cárcel a Matilde Menéndez y todo el Directorio de PAMI

Las coimas exigidas a establecimientos siquiátricos a cambio de contratos del PAMI (a los que se suman ahora los geriátricos), constituyen una exacción contra los jubilados y los trabajadores activos que aportan a esa obra social.


Mientras a los jubilados y a los propios trabajadores del PAMI se les niega aumentos por “falta de presupuesto”, Matilde Menéndez y el Directorio menemista de PAMI pagan un sobreprecio a los prestadores, que “retorna” (como coima) a la “caja” que financia las campañas políticas del menemismo de la Capital.


Sólo por este encarecimiento fraudulento de las prestaciones y el robo a los jubilados, Matilde y todo el Directorio deben ir presos.


Dentro del PAMI es vox populi que las mismas coimas se cobran a hoteles y farmacias. La fingida inocencia de la Menéndez y el Directorio del PAMI pretende ocultar que todo el sistema de contrataciones está organizado en torno a la cometa.


La contratación con hospitales y sanatorios, por ejemplo, no es directa, sino a través de grupos privados de gestión que subcontratan los servicios a cambio del cobro de la capita del PAMI, quedándose con la suculenta diferencia por la intermediación. Exactamente, el mismo sistema que llevó al ex-interventor de PAMI, Nazur, a la Justicia, por los contratos espurios mediante empresas “fantasma” como ASERSA, UTE, etc.


Una consecuencia directa del sistema es la infraprestación a los jubilados, ya que cuanto menos servicio se brinde más ganancia obtienen los grupos de gestión que ahora se llaman UPI.


El matilde-menemismo ha convertido al PAMI en una estancia de la camarilla. Bajo esta administración se han incorporado centenares de empleados adictos, muchos de ellos con altas jerarquías y sueldos, incluyendo “ñoquis” de las unidades básicas “Ramón Carrillo”, la agrupación de Menéndez. Se organizaron cuerpos de seguridad y “grupos de tarea” internos, como PAMI Controla, exclusivamente dedicado a perseguir al personal, promover los actos políticos menemistas y gestionar subsidios y favores para recomendados de políticos y funcionarios amigos.


Esta enorme corruptela cuenta con la complicidad de un Directorio adicto, nombrado a dedo por el gobierno, que incluye a representantes del Estado, de la CGT y de las organizaciones de jubilados, sin exceptuar a la Coordinadora de Jubilados, representada por el Director Tirelli y, hasta hace muy poco, por el asesor Liberman. Todos ellos con importantes sueldos jerárquicos. Tirelli firmó la solicitada del Directorio en defensa de Matilde. También los gremios que revistan en el PAMI han acompañado con su silencio todos los atropellos. UPCN, ATE, UTI, han mirado al costado ante la corrupción y persecución al personal de PAMI. Al punto que despidos arbitrarios, algunos sin indemnizaciones, de antiguos trabajadores del Instituto, por no colaborar con la política matildista, quedaron sin ninguna respuesta gremial.


El escándalo de las coimas de PAMI ha creado una crisis en el PJ de la Capital y está siendo agitado por el Frente Grande. Pero nadie ha planteado la renuncia de Menéndez y su procesamiento. Tampoco la centroizquierdista ATE (CTA). Las organizaciones de jubilados deben repudiar el encubrimiento de la jerarquía menemista de PAMI. Deben exigir el procesamiento y encarcelamiento de Menéndez y sus secuaces y que se coloque la dirección de PAMI en manos de los propios jubilados, elegidos y revocables por la asamblea de sus organizaciones. La investigación del fraude también debe ser colocada en sus manos. Para impedir que se transforme en otra corruptela “tapada” por los funcionarios y la justicia menemistas con complicidad de la oposición patronal.