Políticas

1/2/1994|411

Caro y peor

Todavía no debutó y la jubilación privada recibió un suculento subsidio del Estado. Según los diarios, las cajas oficiales se harán cargo del costo del seguro de invalidez y muerte de los trabajadores mayores de 47 años que adhieran al sistema privado.


Se calcula que este subsidio representa unos 500 millones anuales por el lapso promedio de 20 años, lo que implica un total de 10.000 millones. De este modo, los trabajadores jubilados financiarán el negocio de la jubilación privada.


Aun así, “los trabajadores argentinos deberán pagar ahora las primas más altas con relación a los otros países que privatizaron sus sistemas jubilatorios, es decir, Chile y Perú” (Clarín, 14/1/94). Se calcula que sobre los 11 puntos de aporte del trabajador, nada menos que 4 puntos se llevarán las compañías del seguro y las Administradoras privadas. Esto significa un costo para el trabajador del 36% (4 sobre 11 puntos), lo cual es una superusura.


Pero no es cierto que en Argentina el costo de la jubilación privada será peor que en Chile o Perú, porque en esos países también ronda  los 4 puntos, o inclusive más.


En todos los casos, el costo del trabajador es superior a los eventuales y probables rendimientos que pueda darle la AFJP. En esto consiste el negocio de la jubilación privada en Argentina, Chile o Perú.