Sindicales

12/8/2010|1141

NEUQUÉN

Carpa petrolera: 60 días de lucha

César (UJS)

Un grupo de trabajadores despedidos de las empresas Schlumberger y Baker mantienen una “carpa petrolera” que lleva más de 60 días de aguante. A pesar de las inclemencias climáticas, los compañeros mantienen esta heroica lucha contra la patronal y el gobierno, abandonados por el sindicato.

Existe un acta del Ministerio de Trabajo que obliga a la empresa a reincorporarlos desde abril, sin embargo, nada ha pasado. Los trabajadores se mantienen firmes llevando a cabo diferentes medidas de lucha junto a otros trabajadores. Prensa Obrera dialogó con sus protagonistas.

-¿Cómo se inicia el conflicto?

Ignacio: Se inicia en mayo de 2009 cuando nos despiden. En nuestros telegramas, la empresa aduce que es por consecuencia de la crisis internacional -lo dice textual. Sin embargo, en esta crisis vemos que la empresa Schlumberger compró otra empresa, la Smith Service, y en el caso de Baker, compró a BJ. En ambos casos, por miles de millones de dólares. Ya en septiembre del mismo año surge la conciliación obligatoria y nos mandan a la casa, cobrando el básico. Y es en enero de este año que nos despiden definitivamente.

-¿Cuál fue el accionar del sindicato?

-No tuvimos ninguna respuesta, nos dejó a la deriva. Pedimos trabajo en otras empresas del sector y tampoco nos ayudaron en eso, sobre todo cuando nuestro despido fue sin justa causa. Rodolfo: Fue un abandono total. Yo trabajo hace 17 años en Schlumberger y tampoco el sindicato tomó la iniciativa por la incorporación, incluso cuando había actas que obligaban a la empresa a hacerlo. Creo que hubo discriminación y además una lista negra contra nosotros, que circuló por todas las empresas del sector.

-¿Cómo ven el proceso de lucha hacia adelante?

Claudio: Los despidos que se llevan a cabo -más de 2.000, con la complicidad del gremio- tienen que ver con una situación más general: pasa que las empresas quieren una reducción de costos laborales. Es decir que los trabajadores paguemos los costos de la crisis. Los que logran quedar son superexplotados, se cortan los francos y las vacaciones, no se respetan las 12 horas de descanso entre una jornada y otra. Nuestra lucha está ligada al sufrimiento de la falta de gas que padecen las familias trabajadoras, ya que no existen inversiones, ni reactivación.

Ahora nos dirigimos a los responsables políticos -el gobernador- que les dio prórrogas de concesión, subsidios a las grandes empresas como Repsol, Total, Chevron. Es allí donde nos vamos a movilizar. No abandonamos la lucha por reorganizar a los despedidos, que a veces por presión del sindicato no se han sumado todavía. Estamos juntando firmas en un petitorio en todos los lugares de trabajo (como delegados de Indalo, Zanón, Casino, Jumbo, Carrefour, las asambleas de Aten y en las escuelas, etc.) y vamos a seguir adelante.