Políticas

19/9/2002|772

Carta abierta a Aníbal Ibarra

Al Señor Aníbal Ibarra, y señores funcionarios del Poder Ejecutivo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires


Presente


Esta Asamblea Permanente de Pasantes, conformada por los operadores del servicio 000/19 de Telefónica de Argentina, tiene el agrado de dirigirse a ustedes con el objeto de ponerlos al tanto de nuestra preocupación por las condiciones insalubres bajo las cuales trabajan actualmente nuestros compañeros trabajadores del Subterráneo. Hemos recibido con entusiasmo la ley recientemente votada casi por unaminidad en la Legislatura porteña, que reduce la jornada laboral de nuestros compañeros de Metrovías de ocho a seis horas. Consideramos que el tipo de trabajo por ellos realizado es nocivo para la salud y que la promulgación de una ley que fije la jornada reducida tendría dos efectos benéficos dentro del tan castigado panorama social en que se encuentra nuestra ciudadanía:


1) Protegería la salud de los trabajadores.


2) Ayudaría a crear nuevas fuentes de trabajo.


Antes del retorno de la democracia, la mayoría de los gobiernos civiles – en protección de la salud de los trabajadores de Subterráneos – habían fijado un jornada laboral de seis horas; en tanto que el gobierno de facto la fijó en siete. Más tarde, con la restauración democrática la jornada volvió a fijarse en seis horas. Y no fue sino hasta la época de los procesos de privatización de la gestión menemista, en que la jornada laboral de nuestros compañeros – ahora bajo las directivas de las concesionarias privadas – se incrementó de un día para el otro de seis a ocho horas.


Es alarmante el hecho de que, en plena democracia, las condiciones de trabajo – en este caso para el servicio de Subterráneos.Se hayan deteriorado hasta un punto todavía inferior al que estaba vigente durante la peor dictadura militar.


En términos generales, las condiciones de trabajo en los servicios públicos privatizados empeoraron de un modo similar, con la consiguiente desprotección del trabajador. En nuestro sector, la tarea del teleoperador telefónico encuentra puntos de semajanza con el proceso de “modificación” de las condiciones de trabajo del sector del servicio de Subterráneos, en lo referente a las condiciones de insalubridad laboral y al vaivén en la duración de la jornada laboral, hasta concluir – con la privatización de Entel – en un incremento similar de las horas laborables.


Consideramos necesario y urgente subsanar con iniciativa política este tipo de contradicciones. Más allá de los debates pendientes en cuanto a servicios públicos, salud y trabajo genuino nos parece muy apropiada y a la altura de las circunstancias esta iniciativa legislativa y, desde ya, esperamos de buen grado una pronta solución ejecutiva en favor de los intereses de los trabajadores y la ciudadanía en general.


Sin otro particular, saludamos a ustedes muy atentamente.