Carta Abierta, el Movimiento Evita y una duda existencial


Luego de la visita del ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, a la asamblea del grupo Carta Abierta, los principales voceros de la agrupación kirchnerista manifestaron que lo votarían en las Paso nacionales como candidato a presidente.


 


Randazzo se había mostrado duro con el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, su rival en las internas oficialistas, a quien acusó de “irrumpir en la década del '90 con el menemismo” y de pertenecer a “un peronismo oportunista”. El precandidato olvidó que los Kirchner accedieron al estrellato político durante el gobierno del riojano, a quien apoyaban sin avergonzarse cuando gobernaban la provincia de Santa Cruz y que accedieron al poder como delfines de Eduardo Duhalde; es decir, de manera oportunista. Y, ni hablar, de que él es también un producto de esa política.


 


El secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, Ricardo Forster, uno de los referentes de Carta Abierta, ha manifestado en reiteradas oportunidades que Scioli no lo representa y otro referente de Carta Abierta, Eduardo Jozami, ha declarado que no lo van a invitar a los encuentros con presidenciables que realizan.


 


En un reportaje ofrecido a La Nación, Forster dijo que, si bien “Daniel Scioli no me representa, uno debe aceptar el resultado de las elecciones”. A pesar de eso, relativizó su opinión cuando puso de relieve que el mandatario bonaerense y precandidato a presidente “ha demostrado fidelidad al FpV” (26/9/14).


 


En la misma nota aseguró: “Me gustaría que haya una confluencia de los mejores candidatos que representan el ideario de estos años y que haya una sana competencia en las Paso, donde Scioli, con todo el derecho adquirido y como aliado importante del Frente para la Victoria, compita”, y concluyó que “es posible ganarle a Scioli en las Paso con un candidato kirchnerista”. Aunque todo sea sana competencia, los referentes de Carta Abierta sostienen que “a Scioli no lo vamos a invitar”.


 


La misma incertidumbre ronda en las cabezas del Movimiento Evita, que declinó las candidaturas de Jorge Taiana y Fernando “Chino” Navarro, después del “baño de humildad” sugerido por Cristina Fernández.


 


Después del revuelo que generó la ironía de Randazzo, acerca de que con el ex motonauta “el proyecto se queda manco”, el secretario de Pensamiento Nacional ablandó la intransigencia de Carta Abierta: “Me interesa el diálogo. Y como lo tuvimos con Randazzo, me encantaría con Scioli”.


 


El tirón de orejas debe haber venido de la Rosada. Lo que hasta aquí se trataba de una lucha política por imponer un candidato, parece encaminarse hacia una posición de lealtad hacia todos los que se hayan mostrado “leales al proyecto”.


 


Porque, ¿qué pasará si gana Scioli en las internas kirchneristas? ¿A quién van a votar los integrantes de Carta Abierta y el Movimiento Evita? Parece que la Carta va quedando cerrada.