Políticas

10/12/2009|1112

¡Castigo a los asesinos de Rubén Carballo y a sus encubridores!

Los gobiernos nacional y porteño, responsables

Después de tres semanas de agonía, falleció Rubén Carballo, de 17 años. Rubén fue hallado abandonado e inconciente en un terreno aledaño al Estadio Vélez Sarsfield, 12 horas después de la represión policial en el recital de Viejas Locas.

Durante 25 días, el gobierno nacional encubrió a la Policía Federal. Sólo la pesquisa solitaria del padre de Rubén permitió individualizar al policía que estuvo junto a su hijo en los últimos instantes antes de su desaparición.

La versión oficial aseguraba que Rubén cayó de un paredón por el que intentaba colarse al recital. Los resultados de la autopsia dieron por tierra con esa infamia: Rubén fue golpeado “con un objeto romo” (sin punta, como podría ser un bastón policial). “Si se hubiera tratado de una caída, tendría presentar fracturas en las manos y lesiones internas” (Pagina 12, 9/12). Entre sus pertenencias se encontró intacta la entrada al show.

Aquella noche hubo más de 30 heridos y 44 detenidos. El Ministerio del Interior ocultó las filmaciones de las 40 cámaras policiales que registraron todo el brutal operativo, el registro de los medios y el testimonio de miles de testigos directos y víctimas de la represión. Caracterizados barrabravas participaron junto a la Federal de la represión. En tres semanas, el gobierno no anunció una sola medida contra los represores: por el contrario, encubrieron todo.

“Esta es la policía que creó el gobierno nacional”, denunció el papá de Rubén.

Junto a ella, la Metropolitana creada con el voto de macristas y kirchneristas en la Legislatura porteña, aún antes de entrar formalmente en funciones se ha revelado como un nido de espías, represores, rufianes y encubridores, con “Fino” Palacios, Chamorro o Burzaco.

La muerte de Melisa La Torre, el viernes 4, durante un recital en Ferro, revela que el régimen de Cromañón sigue vigente con Macri. En el show de Viejas Locas hubo una sobreventa masiva de entradas y la zona fue convertida en un verdadero coto de caza policial. Macri, habituado a cruzarse con el gobierno nacional por la jefatura de la policía, se llamó a silencio para no chocar con la Federal.

La seguridad de la juventud y la población no puede seguir en manos de estas bandas.

Desde el Partido Obrero nos solidarizamos con los familiares y amigos de Rubén y nos comprometemos a redoblar la lucha por el juicio y castigo a los represores, a los autores de la muerte de Rubén y a sus encubridores.

Desmantelamiento del aparato represivo. Disolución de la Metropolitana.