Los resultados de las elecciones del domingo plasmaron una fuerte polarización entre el FCS (liderado por la UCR) que obtuvo un 40%, venciendo por un 1,3 % a la lista K que obtuvo un 38,7 %. Como tercero en discordia aparece el Frente del gastronómico Luis Barrionuevo, con un 18%. Estos resultado no hacen sino confirmar el cuadro de disgregación del oficialismo K que hace dos años ganó la gobernación abriendo fuertes expectativas entre sectores populares. Que ahora, Corpacci, tanto en las Paso como en esta elección general haya quedado detrás del Frente Cívico, no hace sino reflejar el enorme descontento ante el crecimiento de las penurias populares. Todo este escenario caldeado ha dado lugar a importantes procesos de lucha donde el PO ha logrado echar raíces y ha sido una de las principales vertientes de donde provino su votación. Ello confirmó un proceso ascendente que no coloca como 4º fuerza en el espectro provincial.

Los resultados obtenido por el PO, 2,46%, no alcanzaron para ubicar a un diputado provincial. Las votación lograda tiene picos que superan el 4% en Andalgalá, que casi llegan al 4% en la capital y Valle Viejo, pero el promedio se cae en el resto de los departamentos donde no hubo posibilidad material de fiscalizar.

La votación del PO establece un fuerte y quizás definitivo contraste con el MST que sólo hizo una presentación testimonial para confundir y que fue castigado con una votación ultramarginal (0,7%).

La cantidad de fiscales (el doble de las Paso), la apertura de locales partidarios, el importante desarrollo en la juventud son indicadores de que estamos pisando sobre terreno firme para que junto con el envión de la victoria nacional del Frente de Izquierda consolidemos el desarrollo del PO en la provincia.