Políticas

29/10/2018

Celestes antiderechos y “pro-vida”: el agrupamiento del bolsonarismo criollo

Con la participación de Biondini y Alfredo Olmedo, se manifestaron contra la educación sexual y la ley de identidad de género.

Tras movilizarse en las capitales de Mendoza, Salta y Córdoba, los “celestes” autoproclamados “pro-vida” protagonizaron este domingo una concentración frente al Congreso nacional, en la Ciudad de Buenos Aires.


El reclamo es ahora contra la educación sexual: exigen que se preserve el artículo 5 de la ley de Educación Sexual Integral, que permite a cada escuela adecuar los contenidos del Programa Nacional de Educación Sexual al “ideario” de cada institución, como figura actualmente en la ley de origen K. Además, reclaman la derogación de la ley de identidad de género. Quienes durante el debate nacional por el aborto legal oponían a este la educación sexual, que evitaría los embarazos no deseados, ahora vuelven a la carga para perpetuar el oscurantismo en esa materia. Argentina se encuentra al tope del promedio regional en materia de embarazo.  


Entre los convocantes se encuentran los flamantes partidos clericales Partido Celeste y Partido Por La Vida. También participaron figuras públicas, que se han pronunciado contra el aborto legal, como Maru Botana y Amalia Granata. Se destacó la presencia  el partido nazi Bandera Vecinal, con su principal dirigente, Alejandro Biondini, a la cabeza, quienes montaron pancartas que acusaban a “los judíos” y “la masonería” de estar detrás de “la ideología de género”. También estuvo el diputado salteño de Cambiemos, Alfredo Olmedo.


La consigna “salvemos las dos vidas” se ha convertido en un factor de reagrupamiento político del bolsonarismo local. Por caso, la marcha contra la Educación Sexual en Córdoba fue el pretexto para la presentación en sociedad del Frente Federal Familia y Vida, encabezado por legisladores conocidos por bloquear programas de salud reproductiva y anticoncepción, el reparto de la “pastilla del día después” y el aborto no punible. Lo apoyaron personajes como el vocero del Opus Dei Abel Albino, la ex diputada nacional evangelista Cynthia Hotton, entre otros referentes políticos de la misma orientación. La pelea contra los derechos sexuales y reproductivos se ha convertido en el eje que congrega al bolsonarismo argentino.


La ofensiva política de estos sectores, reconvertidos a un reagrupamiento político homofóbico, antisemita, machista y oscurantista, cobró impulso tras la derrota en el Senado de la ley de aborto legal a manos de todos los partidos políticos ´democráticos´ –el voto negativo atravesó a todos los bloques, desde los liberales de Cambiemos hasta los ´nacionales y populares´ del FpV. Esa votación, sometida a una intensa presión desde el Vaticano, otorgó un primer triunfo a los protagonistas de esta arremetida clerical.


La parálisis que encierra sustituir la lucha callejera por el aborto legal bajo la idea de que ´hay 2019´, colabora decididamente a que ganen terreno los anti-derechos.


Es necesario derrotar estos ataques redoblando la movilización política, impulsando una gran campaña en favor de la reforma de la Ley de Educación Sexual Integral, la defensa de la educación laica y científica, de los derechos sexuales y reproductivos para enfrentar la pedofilia, los abusos sexuales, la discriminación, los crímenes de odio, la violencia y la criminalización de la mujer y todas las consecuencias criminales que produce la injerencia del oscurantismo clerical en el sistema de salud y de educación. Bajo sus sotanas se agrupan los Bolsonaro criollos. La separación de la Iglesia del Estado – es decir la liquidación todos los privilegios que ostenta, la anulación de todas las concesiones en materia de cesión de terrenos y la confiscación de sus propiedades – es una necesidad de salud pública.