“Increíble, Neuquén tiene un cementerio de garrafas”. Así lo tituló en su tapa un diario regional referido al depósito de 48 mil garrafas que se encuentran en la planta fraccionadora de Enarsa. Los cilindros se están  sin uso y no pueden ser llenados con gas debido a la falta de infraestructura en la planta.

La obra se inició hace 5 años y es propiedad de Enarsa Patagonia SA, una asociación entre Enarsa y CALF (la cooperativa que provee electricidad a la ciudad de Neuquén) y tuvo un desembolso de $57 millones. Según una estimación de la Universidad del Comahue, la culminación la obra costaría  $14 millones.

Las propias autoridades de CALF han reconocido que se han “extraviado” más de 1800 garrafas y que las demás están expuestas a un mayor deterioro, producto de estar a la intemperie.

Nuestro proyecto

El bloque del FIT y su diputada, Patricia Jure, presentó un proyecto que solicita la cesión de las garrafas en calidad de préstamo a la provincia del Neuquén, para que estas sean entregadas a las familias necesitadas. En su artículo 2, estipula, además, el reclamos de que se inicien las obras de infraestructura y se cubran las necesidades técnicas para que la planta sea finalizada.

El proyecto tuvo una repercusión enorme en los medios, haciendo que las autoridades de la Legislatura votaran una moción de preferencia para que tuviera un rápido tratamiento. De modo que la iniciativa se encuentra en curso. Ya han comparecido, a propuesta nuestra, las autoridades de CALF, estando pendiente la presencia de Enarsa y de Hidenesa. Los diputados también votaron una visita a la planta, que aún no se concretó.

Campaña

Hemos comenzado una campaña de reuniones con vecinos del oeste Neuquino. Ocurre que las familias sin gas en la provincia son más de 25.000. La garrafa cuesta arriba de $1200 y el precio de su recarga está en los $200. Una familia necesita al menos tres garrafas mensuales. Además, los camiones garraferos son escasos, significando que las familias deban trasladarse varios kilómetros para conseguir una recarga.

También lanzamos una juntada de firmas y de pronunciamientos para la aprobación de nuestro proyecto en el barrio Valentina Norte Rural, donde cada vecino se llevó una copia para conquistar la firma de su cuadra o sector. Está programada una próxima asamblea y juntadas de firmas en otros barrios.

El cementerio de garrafas pone de manifiesto en forma violenta la orientación social de los gobiernos. Miles de trabajadores sin garrafas y miles de ellas abandonadas en una planta.

Por otra parte, y sumado a la dificultad de conseguir las garrafas, el tarifazo que sufrieron las mismas se encuentra fuera de todo debate en las audiencias públicas y en la suspensión del fallo de la corte.

El proyecto está comenzando a cumplir su verdadero rol, el de convertirse en una herramienta para la organización de los vecinos para la conquista de las garrafas.