Políticas

19/5/2005|900

Chabán y los presos de la Legislatura

Apel

La libertad a Chabán por parte de la Cámara del Crimen ha descorrido el velo encubridor de la “igualdad ante la ley”, dejando al desnudo el carácter clasista de la Justicia.


La misma Cámara del Crimen que les negó el derecho constitucional de la presunción de inocencia a los presos de la Legislatura esgrime ahora ese derecho para proteger a Chabán y otorgarle su libertad.


Para la “Justicia”, la ecuación es clara: quince vendedores ambulantes son culpables, porque su ilegitimidad es anterior a los hechos por los que fueron detenidos. Venden en la calle “sin permiso” oficial, son pobres; por lo tanto, rehuirán de la Justicia. Pero por sobre todas las cosas, la negación de su libertad es una clara señal de que no se puede enfrentar al poder constituido recurriendo a la acción colectiva.


No se puede aplicar la misma vara a los Chabán, es decir, a los “empresarios”, aun cuando sus actos de evasión superan el monto de toda la venta ambulante de la Ciudad. Nada de esto constituirá, para la Cámara del Crimen, un agravante ni una presunción para no someterse en el futuro a la Justicia. La Cámara cumple con su rol de pilar del Estado y del sistema vigente: no puede crear el antecedente de que un capitalista quede tras las rejas.


Que a la Justicia se le caiga su ropaje ante la sociedad en su conjunto es una clara muestra de la crisis del Estado, que es incapaz de mantener su ficción “igualitaria”. Pusieron las cosas en su lugar: de la letra de la ley, a los pobres les corresponden las penas, y a los ricos los derechos.