La constructora norteamericana Ogden aportó 100.000 dólares a la campaña electoral del Frepaso, que reconoció haberlos recibido a través de la ‘Fundación Carlos Auyero’. Aunque no lo han confirmado, también los radicales recibieron otros 200.000 dólares de la misma compañía.

Lo que todavía no se sabe es si los norteamericanos contabilizaron estos ‘aportes’ como ‘gastos’ o como ‘inversión’. Ocurre que la Ogden está asociada con la Sociedad Rural en el proyecto de convertir el predio que el gobierno menemista le ‘vendió’ a precio de regalo en un centro de hoteles cinco estrellas y palacios para convenciones y exposiciones. Si la Legislatura porteña, dominada por los aliancistas, dicta una ‘excepción’ al Código de Planeamiento Urbano (como lo hicieron, entre otras, con la ‘escuela-shopping’), Ogden obtendrá beneficios por decenas de millones de dólares. En consecuencia, su módica ‘inversión’ en la UCR y en el Frepaso tendrá un ‘retorno’ tan astronómico que dejará empequeñecidas a las más ‘calientes’ acciones de Wall Street.

La utilización de una ‘fundación’ para recibir los fondos de los norteamericanos es otra prueba de la ‘ética’ (o mejor dicho, de la absoluta falta de ella) de los frepasistas. Es que la ‘fundación’ fue usada para violar la ley, ya que está expresamente prohibido que los partidos reciban fondos de empresas extranjeras.

El aporte de la Ogden, sin embargo, apenas alcanza para unos pocos días de publicidad televisiva. ¿De dónde salen los fondos de la campaña de la Alianza? Tanto De la Rúa como el Chacho Alvarez se han negado sistemáticamente a hacer públicos los nombres de los grupos económicos que financian sus campañas.

Lo fundamental es lo siguiente: los grandes capitalistas y banqueros ‘votan’ también mediante sus aportes, más allá del monopolio político-social que gozan como dueños de los medios de producción y de cambio.

‘Eticos’ y ‘honestos’. Dime de lo que presumes y te diré de lo que adoleces.