El cierre de listas en el Chaco aportó varias novedades.

 

La primera, la crisis en Cambiemos, que ha quedado reducido a la UCR, con la exclusión del ARI y el PRO de la lista. Los sectores más ligados al macrismo denunciaron que, por indicación de Angel Rozas, fueron relegados de la lista radical. Esto los llevó a abandonarla, aunque sin presentar lista propia, probablemente para no dejar expuesta una inevitable orfandad electoral. Excluidos de la lista, los apoderados del ARI y el PRO solicitaron al tribunal electoral que niegue el uso del nombre Cambiemos a la alianza radical, un planteo que fue rechazado.

 

La crisis tiene una proyección nacional que incluye capital, donde el radicalismo llevará a Lousteau de candidato, y Santa Fe, donde el Frente Cívico que integran la UCR y el PS podría sostenerse en contra del armado de Cambiemos en la provincia. El radicalismo le factura en los distritos el carácter PRO puro del armado del Gobierno Nacional, mientras mira de reojo las variantes abiertas si la crisis mundial, por un lado, o el agravamiento de la situación social y las luchas, por el otro, complicaran las posibilidades políticas del macrismo.

 

Del peronismo, en tanto, se ha desprendido el sector “Cristinista” integrado por Bittel y el Frente Grande. Esta “ruptura”, sin embargo, no impide que sigan conformando un bloque de gobierno, especialmente en la intendencia de Resistencia, bajo Capitanich. Capitanich se guardó en el bolsillo las críticas a los “opoficialistas” que pactan con Macri para ir con ellos en lugares relegados de la nómina provincial.

 

 

Leer más: "Presentamos nuestras candidaturas en Chaco"

 

 

La coalición oficialista está integrada, entre otros, por Acción Chaqueña, el viejo partido del coronel Ruiz Palacios, gobernador bajo la dictadura, junto a los “piqueteros” de Emerenciano Sena (van con lista a la interna) que vienen de protagonizar un escándalo por pintar en el ingreso a Resistencia un mural kirchnerista contra la dictadura militar. Pone bajo el mismo paraguas a Gustavo Martínez y Sampayo, cuyas huestes respectivas llegaron a enfrentarse a los tiros en 2016 en la Cámara de Diputados. Sampayo, secretario general de los municipales, es el burócrata sindical más desprestigiado del Chaco y se integra al Frente Chaco Merece Más.

 

La lista del oficialismo está encabezada por el ministro de Industria, Gustavo Ferrer, y la secretaria de Empleo de la provincia, Liliana Spoljaric. El primero viene de cerrar definitivamente el Frigorífico Toba, despidiendo a sus 180 trabajadores después de desechar todos los planes de reactivación del mismo. Ferrer y Spoljaric avalaron los cierres de TN Platex y Pampero, empresas híper subsidiadas por la provincia a las cuales nadie les pidió explicaciones por cerrar las puertas y dejar 200 familias en la calle después de años de negocios a costa de fondos e instalaciones públicas. La provincia sólo intervino para asegurar el cobro de las indemnizaciones en cuotas y a la baja.

 

La UCR y el PJ están cogobernando la provincia con un mismo planteo. Peppo pretende un mega-endeudamiento mientras los grandes capitalistas que actúan en el Chaco no pagan impuestos. El gobierno provincial ha sido socio del macrismo en los problemas políticos fundamentales, e incluso ha ido más lejos, ofreciendo un 4,5% a los docentes de la provincia, a los cuales les descuenta los días de huelga con un celo superior al de Vidal.

 

El Partido Obrero presentó una lista encabezada por Aurelio Díaz, e integrada por referentes políticos de grandes luchas: de la lucha docente, de la lucha por la tierra y la vivienda, del #NiUnaMenos y de todos los reclamos de las mujeres, de la defensa de la salud y de la educación. Buscamos consolidar una alternativa organizando y colocando un programa en defensa de las condiciones de vida del pueblo trabajador del Chaco, contra el ajuste promovido por Peppo y Macri. Peleamos por el ingreso a la Cámara de Diputados para formar un bloque independiente de las trenzas del PJ y la UCR, que sirva como apoyo para la defensa de los reclamos populares.

 

La campaña está en marcha con reuniones en barrios, lugares de trabajo y estudio recogiendo una importante adhesión.