El reciente caso de familias a las cuales les entregaron bebés cambiados puso nuevamente sobre el tapete la situación crítica de la salud en la provincia.

El intercambio de bebés ocurre sólo unas semanas después del fallecimiento del recién nacido Eduardo Miño Ortiz, hijo de Yaqueline Ortiz (15 años) y de  Eduardo Miño. El pequeño Eduardo nació en las peores condiciones, en un baño de la guardia del Hospital Perrando. Yaqueline había concurrido a la guardia con contracciones luego de ser medicada días anteriores en la misma guardia del Hospital  por una infección. Allí no fue atendida a tiempo a pesar de estar al borde del parto. Rompió bolsa en la sala de espera de la sala de parto, donde debía esperar sola porque no le permitieron a su madre que se quedara con ella. Asustada,  fue a buscar a su madre que se encontraba esperándola afuera y allí, desesperada, entró al baño porque sentía “ganas de ir al baño” que en realidad eran contracciones. El niño nació allí y luego fue trasladado a neonatología donde finalmente falleció. Yaqueline y su compañero Eduardo -así como su familia- se encuentran en este momento intentando superar el enorme trauma provocado por la situación que debieron vivir. Hasta el dia de hoy Yaqueline no cuenta con ningún tipo de asistencia del Estado. Cabe destacar que ese mismo día los médicos de parto habian denunciado que la sala se encontraba colapsada.

Los médicos de la maternidad del hospital han denunciado falta de insumos, falta de personal, guardias que no se cubren, y graves déficits en la infraestructura hospitalaria. Y esto ocurre en el Hospital central de la provincia, donde concurren a atenderse mujeres de todo el interior que sufren todo tipo de complicaciones.

Los casos de abandono de personas se cuentan por decenas. Recientemente fue denunciado el caso de Ana Paula Solís. Como denunció el Centro Mandela, padece escoliosis idiopática gravísima, lumbar y torácica. Hace dos años espera una operación que no se realiza por falta de prótesis, condenándola a un deterioro irreversible en su cuadro sanitario.

La falta de reacción inmediata por parte del Ministro de Salud frente a esta crisis terminal pone de manifiesto la voluntad de encubrir, con negligencia criminal, la gravísima situación que estamos pasando. Las medidas que anunció el Ministro nada tienen que ver con resolver esta crisis: por el contrario, ha anunciado la privatización del servicio de Medicina Laboral, lo que será un paso más en el desmantelamiento del sistema de salud provincial.

La situación exige medidas urgentes: planteamos la renuncia del Ministro de Salud, Luis Gómez Samela; la formación inmediata de un comité de emergencia a cargo de representantes electos de los trabajadores de la salud de la provincia; el establecimiento de un plan de prioridades de infraestructura y nombramientos para sacar al sistema de salud de la crisis, y el otorgamiento, por parte del Gobierno Provincial y Nacional, del presupuesto necesario para llevarlo adelante.