Políticas

14/1/2015|1347

Chaco: “Un genocidio silencioso”


En el marco de su acto y peña del 14 de diciembre, el Partido Obrero realizó una charla-debate con Rolando Núñez, del Centro de Estudios e Investigaciones Sociales Nelson Mandela, Ramón Vargas de la Fundación Cultural y Democracia Ambiental, y Rubén Galup, cardiólogo reconocido por sus estudios sobre el mal de Chagas. Hablo también Juan García, candidato a concejal del PO en Resistencia. 




En su intervención, Galup demolió la versión del Gobierno sobre el supuesto “desarrollo” de El Impenetrable. Relató el fracaso de los planes oficiales del control del Chagas, enfermedad que sigue siendo endémica en la zona, con un 90% de los ranchos infectados en los parajes de la zona. Puso de relieve que el Chagas se apoya en las carencias de vivienda, alimentación y los graves déficits del sistema de salud. Galup concluyó que “estamos frente a un genocidio silencioso. La situación del Impenetrable no mejoró desde hace 100 años, cuando se descubrió el mal”. 




Ramón Vargas, en dos intervenciones, describió la crisis ambiental e hídrica que vive la provincia. Denunció que todos los años se decreta la emergencia, sea por sequías o inundaciones, naturalizando la “emergencia permanente”. Explicó que “la sequia corresponde al régimen social vigente, que utiliza el agua en función de los intereses capitalistas concentrados mientras la población carece de agua durante meses”. 




Vargas denunció también la construcción del shopping a la vera del río Negro, por debajo de las cotas mínimas, que funcionará como un gran tapón de cemento provocando inundaciones por crecidas en toda la zona norte de Resistencia. Un fallo del Tribunal Superior de Justicia, a pedido de la empresa y de los gobiernos provinciales y municipales, le prohíbe referirse en forma pública al tema. 




Rolando Núñez explico que el Chaco no es una provincia pobre, sino una provincia empobrecida. La concentración de la propiedad de la tierra es brutal, con el 7% los propietarios acaparando el 70% de las tierras de la provincia. Las condiciones de vida en El Impenetrable tienen que ser puestas en relación con este proceso, porque el salario rural no alcanza para reponer el mínimo de calorías necesario para continuar trabajando al otro día. El jornal por ocho horas de trabajo se paga entre 18 y 20 pesos, mientras que un obrero necesita un mínimo de 42 pesos para cubrir sus necesidades básicas. “De esta relación es que nace la idea de los gringos de que los indígenas y criollos pobres son haraganes para trabajar”, sentenció. 




El resultado es una política de genocidio silencioso y expulsión, en una provincia donde la población rural disminuyó de 240.000 habitantes a 150.000 en 20 años. “Si los trabajadores deben reclamar por sus derechos tienen que trasladarse al centro urbano más importante, que está a 150 kilómetros, afrontando un gasto de 400 pesos por persona, algo impensado para cualquier jornalero”, remarcó. 




Juan García desarrolló el problema de los métodos con que el régimen político provincial logró dominar políticamente una provincia con el nivel de contradicciones sociales del Chaco. Se ha transformado en población asistida a una enorme mayoría de los trabajadores de la provincia. Criticó la política de cooptación y división del movimiento popular llevada adelante por Capitanich. García destacó el valor del crecimiento electoral del Partido Obrero como alternativa a esta cooptación, y marcó la importancia de la propuesta de un congreso obrero y campesino para reorganizar la provincia.