Políticas

23/10/2019

Chau 125: el kirchnerismo cierra filas con la Mesa de Enlace

En Córdoba, votaron una Ley a medida de los sojeros y atacaron a la izquierda por oponerse a un “gran acuerdo político”.

Martín Fresneda en la sesión que aprobó la Ley.

La Legislatura de Córdoba convirtió en ley un programa que venía aplicando el Ministerio de Agricultura y Ganadería provincial llamado de “buenas prácticas agropecuarias”. La esencia del mismo es un manual que tipifica algunas prácticas en la producción, estableciendo que quienes las llevan adelante son premiados con subsidios. El programa le ha permitido al ministro del área “volantear” cheques por todo el interior provincial, por un monto que en el último presupuesto alcanza los 130 millones de pesos.


Este manual omite entre las “buenas prácticas” todo lo referido al uso de agrotóxicos. La omisión no es menor: Córdoba está en emergencia por el uso de los mismos. Hay localidades del interior provincial que son motivo de estudio por el incremento de personas con cáncer u otras enfermedades ligadas a las fumigaciones. Un caso emblemático es el del barrio Ituzaingó Anexo, en el conurbano de la ciudad de Córdoba, donde la contaminación por fumigaciones ha provocado muertes y enfermedades. Ya hubo un juicio y condenas, pero el proceso sigue. Las denuncias se multiplican por todo el territorio provincial ligado a la actividad agrícola, fundamentalmente soja, sin que el gobierno intervenga.


Para que se tome dimensión de quiénes se benefician con esta ley, basta con señalar que la sesión donde se votó la Ley estuvo copada (literalmente) por representantes de la Sociedad Rural, Cartez, CRA, Coninagro y la Federación Agraria: la Mesa de Enlace a pleno para festejar la segura aprobación. Afuera las organizaciones que defienden el ambiente denunciaban que esta Ley y este programa eran un estímulo aun mayor para sostener el desmonte (en función de la extensión de la frontera agrícola, sobre todo hacia el norte) y las fumigaciones con agrotóxicos.


El bloque K, con el fervor de los conversos


Mientras todos los bloques buscaban los aplausos de la nutrida delegación sojera, los legisladores del Frente de Izquierda denunciamos toda la política agropecuaria del gobierno y rechazamos la ley con argumentos y datos contundentes.


La defensa la tomó el legislador Martín Fresneda, ex secretario de DDHH de CFK, un cristinista de la primera hora. Fresneda se dedicó a atacar fuertemente al Frente de Izquierda no tanto por las razones de nuestro rechazo, sino que fue más allá. Su eje fue que la izquierda se oponía a “un gran acuerdo político para sacar al país adelante”, entre otras cosas porque pretendíamos “adueñarnos de todas las luchas populares sin tener los votos” para ello. La agresividad de Fresneda contra los legisladores y el propio FIT fue la oportunidad para congraciarse con la Mesa de Enlace. Aprovechó para autocriticarse de “algunas medidas tomadas en el pasado” (la 125), tranquilizando así a los presentes sobre el temor de que retornen las retenciones, además de dejar en claro que el acuerdo que Alberto Fernández propicia (y que el FIT boicotea) es con los sojeros, los pulpos mineros, los banqueros y el FMI. Obviamente denunciamos en el mismo recinto los verdaderos propósitos de la unidad que Fresneda defendió, señalando que es el instrumento para trasladar sobre las espaldas de los trabajadores la crisis capitalista. Pero Fresneda había logrado su “premio” y fue ovacionado por la concurrencia, a la par que muy elogiado por los legisladores del PJ del gobernador Juan Schiaretti, quienes también aprovecharon para “pedir disculpas” por nuestras intervenciones.


Lo de Fresneda no es una posición personal, ni una originalidad. Axel Kiciloff hizo su campaña por la provincia de Buenos Aires con el mismo propósito, llamando a “superar las divisiones del pasado”. Ese fue el eje de sus múltiples reuniones con los dueños de la pampa húmeda en su recorrida por el interior de la provincia de Buenos Aires.


La Ley se aprobó con la sola oposición de los tres legisladores del FIT. La intervención y voto de Fresneda y el bloque K cayeron como un balde de agua fría en el activismo de los movimientos de defensa del ambiente donde el kirchnerismo tiene un fuerte predicamento, y ha generado un debate junto a declaraciones de repudio.


Una de las conclusiones que se deben sacar es que solo la izquierda realiza una defensa del ambiente, como conclusión de su programa anticapitalista. Llamamos a los movimientos ambientales con quienes compartimos luchas muy fuertes en defensa del bosque, contra las fumigaciones, la contaminación del agua y el suelo, entre otras, a votar al FIT Unidad: es la única lista donde no hay sorpresas.