Políticas

7/7/2007|895

Chau al “Encuentro de Rosario”

El PS arma el Frente Cívico con la UCR en Santa Fe


En Santa Fe las cúpulas de la UCR y el PS parecen haber avanzado bastante en la constitución de una nueva Alianza. Tanto, que han adoptado el nombre Frente Progresista Cívico y Social, para sortear el problema que les creaba a los socialistas repetir el nombre del frente acaudillado por la UCR en Santiago del Estero y Catamarca. Por lo que dice el diario La Capital (8/4), “una eventual campaña electoral conjunta entre socialistas y radicales llevaría las siglas de ambos partidos de manera visible, será financiada en partes iguales y deberá formar parte de un entendimiento programático que no solamente sirva para este año sino cimente un entendimiento hasta el 2007”.


 


El socialista Binner es quien más se empeñó en la constitución de este frente. La Casa Rosada y el gobierno de la provincia hacen lo posible para que no prospere en función de allanarle una victoria electoral al pacto entre Kirchner y Reutemann. El intendente de Rosario, el socialista Miguel Lifschitz, acaba de recibir 30 millones de pesos para la comuna porque puede llegar a encarnar una oposición al acuerdo en marcha (ídem, 10/4). Pero, contra los augurios, Binner obtuvo del PS vía libre para el frente con la UCR y hasta ofreció “no ser candidato a nada” (en octubre, claro, no en 2007, para gobernador). El as con que cree contar Binner es que el justicialismo no se va a recuperar de su avanzado grado descomposición y que, por eso, la agroindustria exportadora de los puertos santafesinos del Paraná lo va a bancar como su alternativa más conveniente. Binner suma, además de la agroindustria, algo que Reutemann no tiene: el apoyo del capitalismo agrario mediano, como el que encarna el presidente de la Federación Agraria Argentina. Buzzi ha encarpetado provisoriamente un plan de lucha contra las retenciones, la gran bandera de la oligarquía y el complejo agroexportador.


 


“Chau” Encuentro


 


La cristalización del Frente Progresista entre la UCR y el PS relegaría al Encuentro de Rosario, que pivoteaba en torno a la representatividad de Binner a una tertulia de caballeros y damas en retiro. Con el frente radical-socialista, el Encuentro deja de ser una perspectiva independiente del bipartidismo, no solamente para octubre próximo sino para cualquier otra elección a la vista.


 


Para los trabajadores y activistas que albergaban la ilusión de ver nacer el primer gobierno socialista en Santa Fe, el desmentido no podría ser más contundente. Este hecho los obliga a replantear el método con que pretendían defender y acrecentar las conquistas populares. El frente socialista-radical abre, por contraposición, una puerta amplia para la formación de un frente de trabajadores y de izquierda en la provincia.


 


A los burócratas y centroizquierdistas que pretendían vender un plato recalentado al pueblo santafesino, y lucrar con el emprendimiento, la novedad los obliga a mostrar sus cartas. Tendrán que decir si van o no con los Usandizaga y su prole para restablecer la Alianza delarruista, que se desbancó por sí misma antes de que la humillara el Argentinazo de 2001. No es casual que Binner se suba al carro de los frentes cívicos cuando Foetra Rosario decide romper con la burocracia menemista de Rodríguez y reforzar, al menos en esta medida, la lucha por echar a las burocracias sindicales en todo el país. Es que los pequeños burgueses que defienden el capitalismo tienen una irresistible tendencia a irse a la derecha cada vez que los obreros, o incluso su estrato superior (como son los dirigentes), dan un paso, aunque sea pequeño, en dirección a la independencia política.