El pasado 23 de abril el Concejo Deliberante de Puerto Madryn realizó su segunda sesión especial, donde se votaron dos puntos: una tasa para “parques eólicos, parques solares, sistemas de biogás o similares” aprobada por unanimidad y una propuesta de contribución especial por única vez, extraordinaria y “solidaria” para la conformación de un fondo por emergencia para ser utilizado a raíz de la crisis generada por la pandemia del Covid-19, votada cuasi unánimemente, con la sola excepción de Cambiemos. Lejos del proyecto de impuestos a los grandes capitales que propone el Frente de Izquierda a nivel nacional y provincial, la propuesta del PJ presenta de entrada varios límites, tocando solo a los bancos, pesqueras y parques eólicos, exceptúa, por ejemplo a la monopólica industria del Aluminio, los Casinos, grandes supermercados. Los fondos recaudados serían ubicados en la partida de Rentas Generales del Municipio, una partida de dudoso destino.

Al impuesto se lo llevó el viento

Rápidamente conocida la resolución de la ordenanza municipal, salió al cruce Fernando Álvarez Castellano (Conarpesa), anunciando que abandonará la planta que mantiene en Chubut y enviará la totalidad de sus buques a Santa Cruz, públicamente y a través de una carta enviada por, el presidente de la firma, al gobernador Mariano Arcioni.

Otro sector que presentó su rechazo fue la Cámara Argentina de Energías Renovables (Cader) exponiendo que el impuesto municipal que grava con una tasa de servicio a los parques de energías renovables, no solo vulnera derechos constitucionales y legales de las empresas integrantes de la cámara, sino que también significará un aumento tarifario a los ciudadanos.

La entidad envió cartas al gobierno provincial, a cargo de Arcioni, y al nacional de Alberto Fernández para que intercedan frente a esta situación. Puerto Madryn es la ciudad con mayor cantidad de megavatios por energía eólica en el país. En la ciudad operan 11 parques eólicos, nueve de ellos aún en etapa de construcción, de las empresas Goldwind, Genneia, Aluar y Pan American Energy. Entre todos están entregando al sistema cerca de 840 megavatios, que representan el consumo de más de 1 millón de hogares.

El Pejotismo cede ante la presión patronal

La medida nacida desde el unibloque del PJ (Federico Garitano), y de Chubut al Frente (Eugenia Alianiello), que recibió un apoyo general del cuerpo de concejales, salvo de la concejal de Cambiemos, María Eugenia Domínguez, tuvo hoy un recule importante del poder ejecutivo municipal. Ante la presión que realizara el empresario español Álvarez Castellano rápidamente se anunció que habrá modificaciones.

La falta de recursos del Estado para afrontar los gastos para la atención social y sanitaria necesaria ante la crisis producida por el coronavirus se ha vuelto a todas vistas evidente, producto de que se destinan todos los recursos provinciales en garantizar el pago de la deuda. Por otro lado, la emisión que se viene haciendo ha financiado la fuga de capitales y la corrida hacia el dólar. Ahora bien, la situación ha abierto un debate respecto a colocar un impuesto a la riqueza que reúna los recursos necesarios para enfrentar la pandemia.

Un verdadero proyecto de impuesto a las grandes fortunas debería avanzar en las altas rentas y en todos los grandes patrimonios acumulados, operativos y especulativos, inclusive aquellos encubiertos bajo diversos mecanismos a los que apelan los capitalistas para no dar cuenta de sus ganancias, como ha propuesto el Frente de Izquierda a nivel nacional; estableciéndose un “Comité de control, monitoreo y seguimiento del Fondo Especial de Emergencia”, compuesto por trabajadores electos por sus pares.

Contra la entrega de una burocracia sindical que ha integrado las centrales al Estado, cuando los trabajadores más necesitan que sus sindicatos se pongan al frente. Vamos por una verdadera salida de los trabajadores a la crisis.