El decreto 652/2017 firmado por el presidente Mauricio Macri y publicado en el Boletín Oficial le otorga al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, la facultad de clausurar ramales ferroviarios en forma definitiva y proceder al levantamiento de las vías e infraestructura.

 

Esta medida tiende a consolidar una política de cancelación de servicios ferroviarios de pasajeros que comenzó con El Gran Capitán (dejando en la calle a los trabajadores de la operadora TEA), siguió con varios ramales operados por Ferrobaires (poniendo en disponibilidad a más de 1.600 ferroviarios), otros servicios de El Chaco y del resto del interior del país.

 

Macri pretende entregar terrenos y propiedades ferroviarias al negocio inmobiliario, mientras se cierran talleres –como sucedió con Emfer y Rioro en Pérez, Santa Fe.

 

En los ‘90, el menemismo concesionó los servicios y dejó en la calle a 90.000 ferroviarios. Los gobiernos de De La Rúa, Duhalde y Kirchner preservaron la privatización de los ramales y financiaron el vaciamiento ferroviario de los Cirigliano, Taseli, Roggio, Romero y del propio grupo Macri, que en sociedad con Pedraza, Maturano, Moyano y capitales chinos obtuvieron la explotación del Belgrano Cargas.

 

La masacre de Once inició el ciclo Randazzo, que desplazó el negocio ferroviario a la tercerización de obras, comenzó una política de persecución y despidos de personal y promovió una ley de “estatización” aplaudida por el macrismo –ya que preservaba concesiones y otorgaba el control de los trenes de carga al manejo de la ´patria exportadora´, mientras cargaba sobre las espaldas del Estado un endeudamiento fenomenal.

 

El cierre de los trenes de pasajeros interurbanos es un eslabón más de esta política privatizadora. Desplaza todo el negocio al autotransporte de pasajeros y al transporte aéreo de cabotaje, con precios inalcanzables para las familias trabajadoras.

 

Los sindicatos ferroviarios acompañaron esta política de entrega. Sasia, de la Unión Ferroviaria, acordó una reforma del convenio gremial en 2015 que habilita los despidos por "causas económicas, tecnológicas u operativas", e integra el directorio de Sofse (Trenes Argentinos – Operadora Ferroviaria). No será esta burocracia la que enfrente el intento del gobierno de desmantelar ramales.

 

Repudiamos el decreto de Macri y llamamos a todos los ferroviarios a autoconvocarnos en asambleas e impulsar un plan de lucha, como parte de una enérgica campaña por su derogación y por la renacionalización de todo el sistema ferroviario bajo control de trabajadores y usuarios.