Políticas

7/1/1999|614

Co-tarifazo y despidos masivos

¿Quién dice que menemistas y aliancistas no co-gobiernan?


Los aumentos de las tarifas ferroviarias en un 15% y el de los cospeles del subte en un 20% demuestran como pocos la unidad de política y de intereses sociales de menemistas, duhaldistas y aliancistas. En ambos casos se trata, además, de una renegociación de .contra­tos de privatización, precisamente lo que los aliancistas habían prometido que investigarían de llegar al gobier­no.


Las tarifas del servicio de agua subirán un 36%, en tanto que se anuncia algo parecido con la luz para febrero. También se anticipan cortes de energía, con el pretexto de una sequía.


Aunque Menem ha tomado para sí mismo la respon­sabilidad del IVA al cable y a la salud, es necesario recordar que el paquete impositivo fue acordado en una reunión entre Terragno y Machinea, de un lado, y Roque Fernández, del otro. Sólo un ingenuo podrá suponer que el ministro no les anticipó el decreto de Menem que lleva al 21% el impuesto a esos rubros. Esa misma reunión, según la prensa, había salvado el acuerdo con el FMI, el cual reclamaba esos impuestazos y tarifazos para poder pagar la abultada deuda externa.


Sin embargo, como lo demuestran las recientes elecciones de Córdoba, el electorado no reconoce esta similitud entre los dos bandos, aunque sea el tema, corriente en la calle, en los barrios y en los lugares de trabajo. Los ‘encuestálogos’ dicen que predomina el electorado independiente, pero esto lamentablemente no es así. El voto popular sigue siendo una vaca bien atada, por ahora, al carro de los partidos capitalistas.


A esta atadura contribuyen las direcciones obreras y populares de todos los signos, en especial la CTA y el MTA, que canalizan la oposición a la CGT empresa­rial. Es necesario que rompan con su estrategia de subordinación política, que paraliza a las organizacio­nes obreras y produce derrotas.


Es que más allá del voto, la política de las organiza­ciones populares de sometimiento a los partidos patro­nales es un poderoso obstáculo para que los trabajadores puedan enfrentar la descomunal ofensiva que engendra la propia crisis capitalista. A los patrones, esta crisis les preocupa cuando no pueden descargarla en las masas.


El co-tarifazo está acompañado por una ola gigan­tesca de despido en las plantas automotrices y de autopartes. En Brasil, los compañeros de la Ford ya anunciaron que enfrentarán los despidos con manifestaciones callejeras y ocupaciones de fá­brica.


Es lo que hay que hacer. Una gran marcha nacio­nal para anular el tarifazo e impedir los despidos. Que se repartan las horas de trabajo sin afectar el salario.


Es necesaria una acción conjunta.


Es necesaria una acción de alcance histórico.


Es necesaria una acción independiente.


Marchas de protesta en todas las ciudades y pueblos.


Asambleas en las puertas de fábrica.


Por una Marcha nacional.


Fuera el gobierno de la “asociación ilícita”.


Que gobiernen los trabajadores.