COLOMBIA | Las Farc apoyan al Polo Democrático

El ‘Polo Democrático Alternativo’, la coalición `progresista’ colombiana, acaba de finalizar su segundo Congreso en medio de una profunda división. El ‘Polo’ es una coalición de grupos centroizquierdistas y elementos patronales ‘progresistas’; incluye al partido comunista y a los maoístas (Moir). Gobierna la alcaldía de Bogotá. Recientemente, lo hemos descrito como “una combinación entre la Coalición Cívica y el Frente para la Victoria”.

La razón de los enfrentamientos dentro del Polo Democrático es la posición a adoptar frente a la posibilidad de que Uribe se presente a una tercera reelección.

El ala derecha, encabezada por el senador Gustavo Petro, reclama la formación de un “frente amplio anti-uribista”, con otros sectores de la oposición patronal, en particular del Partido Liberal. Sus rivales internos, dirigidos por el ex candidato presidencial Carlos Gaviria, rechazan cualquier alianza.

Las Farc le han dado un apoyo oficial al Polo Democrático con “palabras muy similares a las de los dirigentes que reclaman un frente electoral amplio…” (Página/12, 1/3). En una carta dirigida al Congreso del Polo, las Farc sostienen que “terminar el conflicto y superar el horror de la actual confrontación fratricida (…) pasa indudablemente por acuerdos políticos que abran las puertas a un nuevo régimen con capacidad de cimentar la paz democrática (…) Un camino así sólo puede ser construido con el esfuerzo convergente de todos los amigos de la verdadera democracia” (ídem).

Por tratarse de una elección presidencial, el Polo está obligado a formular un planteo de salida a la guerra civil. Los dirigentes del ala derecha del Polo “descalifican la acción violenta y se niegan a concederle legitimidad a la guerrilla” (Semana.com, 4/3). Sin embargo, también se oponen a la “seguridad democrática” de Uribe. Hay que concluir de esto que están negociando con Obama y con las Farc. Obama se ha opuesto a un tratado de libre comercio con Colombia, alegando represión y asesinato de sindicalistas.

En la burguesía colombiana y en el departamento de Estado de Estados Unidos hay una fuerte resistencia a que Uribe se presente a una reelección, pero no es claro si apoyarían a otro candidato uribista, en vista de las constantes denuncias de que el uribismo está dominado o infiltrado por el narcotráfico. El ‘atractivo’ de una ‘alternativa política’ progresista estaría en su capacidad para transformarse en el instrumento de un operativo político de alcance continental para desarmar a la guerrilla, como se obtuvo, en otras condiciones, en El Salvador y Guatemala hace dos décadas

Al apoyar al Polo Democrático e incluso una alianza con sectores liberales o conservadores, las Farc ponen de manifiesto los límites políticos de su lucha armada. La crisis mundial va a cambiar, sin embargo, el escenario colombiano, como el de toda América Latina. Dejará al desnudo la falta de rumbo de una guerrilla sin apoyo de masas y devolverá nuevas posibilidades a la lucha de clases en el campo y la ciudad.

M.B.