Políticas

27/12/2002|786

Columna Oeste

Partiendo desde Mendoza y formada por delegaciones de Barrios de Pie, Polo Obrero, Madres Cuidadoras y compañeros independientes, la Columna Oeste comenzó con un combativo acto en dicha ciudad el día 17 y otro en San Juan.


En Río Cuarto se hizo de noche, luego de realizar el acto y presentar las propuestas de la Asamblea Nacional de Trabajadores en los medios. En el ámbito de la universidad, en un debate informal que incluyó al rector, la cuestión se centró en el gobierno de los trabajadores. Carlos Pacheco, cabeza de columna, miembro de la Comisión Interna de Transporte del Oeste, explicó el control obrero en dicha empresa.


Previamente, en San Luis, la columna sufrió todo tipo de presiones. Los “controles” en la ruta pretendían impedir la realización del acto y el desarrollo de la perspectiva de poder planteada por la Marcha Piquetera. A pesar del cerco, la columna realizó las actividades despertando la simpatía de la población.


En Junín el acto fue un verdadero acontecimiento. Más de 150 compañeros participaron activamente con consignas. En Mercedes se concentraron desocupados, docentes y bancarios, y hubo una importante cobertura de los medios de prensa.


A Luján llegamos de noche el día 18. El 19 recomenzó la actividad de la columna con un acto que reunió a desocupados, estudiantes, trabajadores y a la Asamblea Popular de la Ciudad.


Al mediodía llegamos al conurbano. La plaza de Moreno estuvo ocupada desde temprano por delegaciones de diferentes corrientes, que recibieron con algarabía a la columna. En Merlo se hizo un alto. Los participantes de la columna, junto con la importante presencia de desocupados, choferes de TDO, jóvenes y delegaciones de varias organizaciones, denunciaron las persecusiones y amenazas de Otacehe contra los luchadores del distrito. Gabriel, del Polo Obrero de Mendoza, lo comparó con lo que habían vivido en San Luis. Un delegado de TDO explicó el salto en la situación de los trabajadores que significan las fábricas ocupadas y la lucha por la expropiación y el control obrero.


En Morón también se esperaba a la columna desde temprano. Intervinieron compañeros de la zona y los marchantes.


Una mención especial merece la actividad en La Matanza. Allí el acto concentró a más de 600 compañeros. Se marchó por las calles. Las organizaciones convocantes y las que resolvieron participar, como fue el caso de Suteba Matanza, tuvieron sus oradores, produciendo un combativo cierre al día 19.


El 20, antes de la 10 de la mañana se comenzó a formar la columna que marcharía de Liniers a Plaza de Mayo. Un poderoso y provocador despliegue de policía y gendarmería pretendía impedir el ingreso de los compañeros que se habían concentrado del lado de provincia. La firme determinación del Bloque y demás organizaciones convocantes impuso que se retiraran las fuerzas represivas. La marcha recorrió Rivadavia, engrosándose a medida que se pasaba por los diferentes barrios.