Políticas

22/8/2019|1561

Cómo Macri está quebrando la Anses

La bancarrota y la insolvencia del estado para el pago de la deuda externa llevó al Gobierno a utilizar en gran escala los fondos de la Anses para asegurar el pago de la deuda externa fraudulenta a los acreedores internacionales. Los fondos de la Anses, que son el resultado de los aportes de los trabajadores y tienen que ir destinados al pago de las jubilaciones, son prestados compulsivamente al Gobierno (al Tesoro) que lo utiliza en forma masiva para el pago de la deuda.


Un ejemplo se dio la última semana, en la renovación de Letes. ¿Qué son las Letes? Son bonos de la deuda, que el Gobierno va pagando a los bancos privados. La Anses tiene una gran parte de su Fondo de Garantía de Sustentabilidad invertido en Letes y otros bonos del Tesoro. El martes 13 de agosto, el Estado debía pagar aproximadamente 1000 millones de dólares de vencimientos de Letes. Para pagarlos, el Gobierno recurre a emitir nuevas Letes, de esta forma, toma prestados nuevos fondos para pagar los vencimientos (un movimiento que se denomina roll over). El martes 13, luego del lunes posterior a las elecciones, los bonos argentinos se habían derrumbado en su cotización a un 50% de su valor nominal, cotizando en niveles de bonos basura, frente a la fuga de capitales y a la posibilidad certera del default gubernamental. Sin embargo, la Anses y otras entidades estatales renovaron (entregaron al tesoro) 409 millones de dólares en Letes al 7% anual. En el mercado secundario, o sea, en la compra y venta de mercado de esos títulos, el derrumbe de los bonos colocaba ese día la tasa de interés en 35% anual (se calcula en base a la diferencia entre el precio de compra y el pago final más intereses). O sea, que la Anses, compulsivamente, compró por 409 millones de dólares bonos que en el mercado secundario valían ese día un 30% menos. Si la Anses saliera luego a vender esos títulos, se encontraría con una pérdida mayor a 100 millones de dólares. De esta manera, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad está financiando el pago de la deuda externa y comprando bonos basura a precios inflados, para rescatar al Gobierno de Macri (El Cronista, 14/8).


En la medida que esta operación es recurrente, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses se desvaloriza al ritmo de la crisis. El Gobierno de Macri debe afrontar vencimientos de 6500 millones de dólares de Letes antes de fin de año, y 15.000 millones de dólares en total. La posibilidad de default es muy clara, porque el FMI pone en duda desembolsos y el capital financiero está en fuga. Un default sobre los bonos colocaría el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES en situación de bancarrota. En caso de default, la deuda con el FMI tiene un tratamiento privilegiado, pero la de la Anses entraría en la cesación de pagos corriente propia de los acreedores privados.


Al primer trimestre, el 59,6 % del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, unos 1.100.000 millones de pesos, se encontraba invertido en bonos del tesoro. La desvalorización de estos bonos por la bancarrota estatal lleva a la bancarrota a la Anses y pone en riesgo a futuro el pago de las jubilaciones. El derrumbe financiero posterior a las elecciones fue un golpe brutal contra la Anses. Por ejemplo, en su informe trimestral, la Anses declaraba en el primer trimestre tener Bonos Bonar 2020 por 93.205 millones de pesos. El derrumbe de estos bonos en la semana posterior a las elecciones fue del orden del 32% o sea, que la Anses perdió el 30% de su valor medido en dólares.  Del bono cuasi par, que se desvalorizó un 23% la semana post electoral, la Anses tenía 229.000 millones de pesos, o sea que la pérdida fue de 52.570 millones de pesos. Una sangría sin retorno.


Está de más decir que la bancarrota de la Anses va a agigantar, a su turno, las presiones en favor de una nueva reforma anti-jubilatoria, condenando a la miseria a millones de jubilados. La estafa no podría ser mayor.


En cuanto a Alberto Fernández, mientras reclama a cuidar las reservas del Banco Central (devaluación mediante) para asegurar el pago de la deuda externa, no se le escuchó denuncia alguna con respecto al uso de los fondos de la Anses. No es sólo que convalida esta orientación, sino que el rescate del tesoro y el pago de la deuda con fondos de la Anses fue, en su momento, marca registrada del Gobierno kirchnerista.


Este desfalco requiere medidas de fondo. El Gobierno de Macri tiene que sacar sus garras de los fondos jubilatorios. La Anses debe pasar a ser dirigida por representantes electos de los trabajadores y jubilados. Hay que frenar la sangría de recursos de los jubilados para el pago de la deuda para impedir la bancarrota de la Anses. Más que nunca, que la crisis la paguen los capitalistas.