Políticas

24/2/2000|655

Compromiso con el FMI: aumentar la edad jubilatoria de la mujer

El gobierno de la Alianza firmó una Carta de Intención con el FMI, comprome­tiéndose a subir la edad jubi­latoria de la mujer. Se la lle­vará, progresivamente, a los 64 años, en el 2011. Calculan que se lograría un aumento en la recaudación de 750 millo­nes de pesos, aunque la Anses sostiene que a lo sumo alcanzará a 270 millones, de­bido a que en promedio las mujeres se jubilan a los 64 años.


Al día siguiente del anun­cio, los diarios publicaron que, por esta medida, se había pro­ducido la primera pelea ‘inter­na’ oficial. Flamarique, Mel­chor Posse, la legisladora del Frepaso María A. González se opusieron, al igual que algu­nos legisladores peronistas.


La crisis en el sistema ju bilatorio se debe a las rebajas de los aportes patronales y el empleo en negro.


Con respecto al trabajo de la mujer: desde los años ‘60, la fuerza laboral femenina se tri­plicó, mientras que la de los hombres sólo se duplicó. Se­gún los datos de la Secretaría de la Mujer, la jomada laboral de la mujer llega a 80 horas semanales, porque al trabajo se le suma las tareas del ho­gar. Esto pasa en el 60% de los 5,2 millones de mujeres que forman la fuerza laboral (el 40%) de la Argentina. Pero cuando se contabiliza el em­pleo en blanco, de 4,5 millones de trabajadores sólo 1 millón son mujeres. Esto quiere decir que la mayoría de las mujeres que trabaja está en negro.


La esclavitud del trabajo doméstico aumenta la explo­tación de las trabajadoras.


Por supuesto que se debe reducir la edad jubilatoria, aumentar el período de educa­ción de los jóvenes y anular los regímenes de explotación como las pasantías. Repartir las horas de trabajo y llevar el salario al monto de la canasta familiar, que incluya el costo de las tareas domésticas. Anu­lar el sistema de jubilación privada y llevar las jubilacio­nes al mínimo de 600 pesos y al 82% móvil.


La jubilación es un dere­cho de todos los trabajadores, ocupados y desocupados. En este 8 de marzo, Día Interna­cional de la Mujer, nos pro­nunciamos y luchamos por es­te derecho; esa es nuestra Carta de Intención y Acción.