Políticas

21/5/1998|585

“Con la Alianza todo, sin la Alianza nada”

En una mesa redonda que se realizó el viernes 8 en San Justo (La Matanza), Víctor De Gennaro planteó que el objetivo de la CTA era “impedir que se vote el proyec­to del gobierno en el Parlamento”. De Gennaro destacó en este objetivo a los parla­mentarios de la Alianza que están volcados a sumar otros bloques para lograr la derrota del proyecto oficialista. Mary Sánchez había planteado, antes, que la reforma laboral “en Diputados no se aprueba”.


La perspectiva de enterrar el proyecto oficial de reforma laboral, según la mesa, estaba en manos de esta ‘ingeniería’ par­lamentaria.,


La intervención de Christian Rath, por el PO, negó que la reforma laboral fuera a superar la crisis económica y la falta de trabajo, y la presentó como un objetivo estra­tégico de la burguesía para universalizar las condiciones de superexplotadón que está imponiendo día a día. Denunció que el 99 % del Congreso Nacional era ‘flexibilizador’.


“Los parlamentarios deben optar entre el FMI o el pueblo”, decía la decla­ración de convocatoria a la mesa redonda, como si ya no lo hubiesen hecho por el FMI.


Los sindicatos deben romper con la polí­tica de subordinación al parlamento, lo que lleva a romper con los partidos patronales opositores, una cuestión decisiva para que la clase obrera actúe por sí misma.


Aplaudida, en particular en el seno de la delegación de la UOM, la posición del PO fue la única que señaló los límites de la movili­zación dispuesta. Contrastó con la actitud de la izquierda, que se adaptó en forma casi grotesca al MTA, la CTA y la UOM. El Mst saludó la decisión de lucha de las direccio­nes allí presentes y reclamó la necesidad de construir un partido de trabajadores en el que “todos estemos representados”, sin plantear que la CTA y el MTA rompan con los capitalistas. El Ptp ensalzó a la Mesa de Enlace y a su propia Corriente.


La mesa en San Justo permitió apre­ciar otros matices. Recalde denunció que la reforma laboral no sólo habilita de modo perverso los contratos ‘basura’ o admite la ‘flexibilización laboral’, sino que plan­tea, además, que las patronales que sub- contratan no tienen ninguna respon­sabilidad sobre las deudas laborales de sus contratistas.


Las intervenciones revelaron que las organizaciones de la Mesa de Enlace forja­ron un compromiso de apuro no para de­nunciar la posición antiobrera y antisindi­cal de la Alianza, sino para disimular su identidad con el menemismo. Por eso pre­sentan al Congreso el proyecto por las 40 horas de jomada laboral del MTA, la “emergencia ocupacional y social” de la CTA y el proyecto de aumento a 450 pesos a los jubilados, poniendo bajo la al­fombra las contradicciones entre estos mis­mos textos y el planteo de la CTA de dero­gar los convenios por rama ( “en vez de negociar por rama queremos que se haga por grupo económico” o empresa, con tratamiento diferencial ‘a la baja’, para los trabajadores de las pymes —Bus­tos Fierro, Página 12, 20/12/97).