Acaba de realizarse una conferencia de prensa frente al Banco Central, convocada por Diálogos 2000 (integrante de la Autoconvocatoria por la suspensión e investigación de la deuda), rechazando el pacto en puertas con el FMI que impulsa el gobierno, en acuerdo con la oposición patronal. Desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda participamos, denunciando este acuerdo colonial y de ajuste y planteando que el camino para derrotarlo es la movilización callejera, perspectiva que abrió la multitudinaria Plaza del 11.

Sin lugar a dudas, la restructuración con el Fondo implicará un drenaje aún mayor de las reservas del Banco Central, las cuales se encuentran en estado crítico justamente por la incesante fuga de capitales, incluido el pago de vencimientos de deuda. Sin ir más lejos, hoy el gobierno se dispone a pagar USD 1.900 millones al FMI, a sabiendas de que se trata de una deuda fraudulenta, contribuyendo a la bancarrota nacional y a costa del hambre del pueblo.

 

El acuerdo en puertas traerá aparejado un mayor ajuste en las partidas sociales, devaluación, tarifazos, suba de las tasas de interés, más atraso nacional y la tutela del FMI sobre las cuentas nacionales de acá a diez años, es decir, una ataque en regla contra la población trabajadora. El mismo no evitará ninguna crisis ya que se trata de una deuda impagable, ni tampoco garantizará un ciclo de inversiones en Argentina puesto que choca de frente con la crisis internacional y la tendencia a que los capitales huyan de los países emergentes para refugiarse en sus casas matrices.

Se trata de contraer nueva deuda en dólares para pagar deuda vieja, perpetuando un espiral sin salida donde los trabajadores pagaremos los platos rotos. Los partidos patronales nos piden que aceptemos todos estos ataques argumentando que el pacto con el FMI es necesario para reingresar al mercado de crédito internacional, sin reparar en que la razón de dicha exclusión es justamente la quiebra del Estado, producto del pago sistemático de la deuda ilegítima y otros mecanismos de fuga a manos del capital.

En definitiva, la única salida positiva a esta crisis de deuda consiste en romper con el FMI, repudiar la deuda usuraria y detener la fuga de capitales nacionalizando bajo control obrero la banca y el comercio exterior. De este modo podremos volcar el ahorro nacional en un plan de desarrollo del país y en resolver las necesidades sociales. Debemos quebrar este acuerdo de hambre y entrega a partir de una intervención obrera y popular que imponga un programa propio.

Néstor Pitrola, dirigente del Partido Obrero y uno de los oradores de la jornada, en diálogo con Prensa Obrera afirmó que “el Chubutazo en este fin de año anticipa que Argentina puede incorporarse al torrente de rebeliones populares de América latina, vamos por ello”.