CONGRESO DE LA FUBA | ¡Un observatorio de medios a mi izquierda!

En un país donde la prensa le dedica páginas enteras al cholulaje o comenta al detalle los cambios introducidos en el libro de pases de los políticos patronales, no debería llamar la atención el silencio sepulcral con que la casi totalidad de los medios recibió el triunfo de la izquierda en el Congreso de la Fuba y la elección de Cristian Henkel, del Partido Obrero, como su presidente. La Fuba es la federación universitaria más grande del país, donde votaron para elegir sus representantes más de 100.000 estudiantes, una cifra superior a la de la inmensa mayoría de los sindicatos del país.

Los intelectuales de Carta Abierta, a pesar de que la inmensa mayoría de ellos está vinculada directamente con la Universidad de Buenos Aires -es decir que saben de la importancia de lo ocurrido en la Fuba-, se han juntado a las ‘voces del silencio’. Prefirieron perderse la oportunidad de cargar nuevamente contra su archienemigo, el grupo Clarín, antes que denunciar el ocultamiento de los monopolios que “construyen la subjetividad”.

Es que el ‘gran diario argentino’ le dedicó una hoja entera de su edición dominical (ver Clarín, 29/3) a augurar una victoria de la derecha, la cual se produciría a caballo de una división de la izquierda, que deseaba con todas sus fuerzas. La nota relataba la lucha política desarrollada en el Congreso, pero no su resultado final, que recién se conoció a las 6 de la mañana del propio domingo, cuando la edición de Clarín ya estaba en la calle. Clarín no publicó después nunca nada. Sus lectores se habrán quedado con la versión de que la Franja ganó la Federación.

El silencio de Clarín fue seguido por todos los medios.

A Página/12, que tiene dos suplementos semanales financiados por la UBA, no le era tan fácil evitar el desagrado de publicar la información. Pero el ‘boletín oficial’ del matrimonio presidencial decidió que la noticia había sido el desempeño de las fuerzas kirchneristas (!!!). En realidad, los K salieron del congreso liquidados. Su votación, sumadas las dos listas K (un conglomerado de varios grupos heterogéneos), arañó algo más del 10% de los votos.

La derrota de los K quedó reflejada en las declaraciones que uno de sus dirigentes hizo al propio diario: “Lamentamos que por el cuco de la Franja no se haya podido conformar un espacio más amplio para enfrentarla y también sacar al PO”. Los ganadores aparecemos en la información ¡por descarte! Los K lamentan que las agrupaciones independientes hayan rechazado la propuesta de ‘borocotizarse’ y que votaran a la lista del PO. Los independientes observaron que los K, durante todo el Congreso, buscaron un acuerdo con un sector fundamental de la propia Franja, para impedir la victoria de la izquierda y del PO. Los K buscaban dividir los votos de la izquierda para que la Franja gane directamente. Para un K, un sojero es mil veces preferible a un trotskista.

El ocultamiento del triunfo de la izquierda en la Fuba -por parte de la prensa-, es toda una advertencia: para los monopolios es un asunto estratégico. Aquí está nuestro desafío; las agrupaciones de izquierda que nos votaron deberían advertir esta situación. Tenemos que concretar un frente inexpugnable contra la derecha y los K.

“Un observatorio de medios a mi izquierda”, por favor.

Gabriel Solano