Tras 12 años de vigencia, es insoslayable el fracaso en la implementación de la ley que señala, en forma general, el derecho a recibir educación sexual, pero dejando su dictado a merced de cada institución en un sistema educativo cada vez más privatizado y copado por la Iglesia. Según un informe presentado recientemente por la DGCyE (Dirección de Educación), en la provincia Buenos Aires casi el 40% de la matrícula asiste a escuelas privadas, la mayoría confesionales. 

Es claro que solo se puede imponer, en estas condiciones, la reflexión sobre contenidos vinculados con la educación sexual, laica, científica y libre de prejuicios, si golpeamos sobre esa trama negociados y oscurantismo, que además se beneficia del ajuste y del desfinanciamiento de la educación pública.

El proyecto de ley del Frente de Izquierda, que logró la media sanción en la Cámara de Diputados bonaerense gracias al imponente ascenso del movimiento de mujeres, establece un principio de control popular en el ámbito educativo. Si son los centros de estudiantes, los sindicatos docentes y las organizaciones de mujeres y de la disidencia sexual quienes vienen peleando por educación sexual, que sean entonces ellos quienes elaboren los contenidos y fiscalicen su dictado. Ello, con la cobertura de que se introduzca la obligatoriedad de dos horas semanales de ESI, obligando al nombramiento de los cargos docentes necesarios hasta en los colegios privados (rompiendo en parte el dominio cerrado que tienen sobre los contenidos que dictan esos establecimientos).

Que se convierta en ley esta modificación para garantizar educación sexual depende de una campaña que golpee sobre los intereses que hasta ahora han bloqueado su implementación. El gobierno de Vidal no solo viene de participar del encuentro eclesiástico de Mar del Plata junto a la burocracia sindical (en el que la Iglesia se ofreció como factor de contención social), sino que viene de nombrar a su ministro de Gobierno, Joaquín De La Torre, agente del Opus Dei, como representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura. En plena hora verde, Vidal empodera a la Iglesia Católica.

Al mismo tiempo, en Educación, vienen de dar otro paso contra la ESI, que es el desmantelamiento de los Equipos de Orientación Escolar, el sector que ha cargado sobre sus hombros lo poco que se ha logrado aplicar de educación sexual. La resolución lleva la firma de otro agente del clero, Santiago Fraga, que viene del Consejo de Educación Superior Católica. Un importante movimiento está organizando la lucha contra este ataque.

Todo este cuadro refuerza la necesidad de ir a una campaña popular para que el Senado convierta en ley este proyecto que busca hacer efectivo el dictado de educación sexual. Este miércoles 4 se llevará adelante un reunión convocada desde la banca del FIT en la Legislatura, que convoca a centros de estudiantes, sindicatos docentes, organizaciones de mujeres, y otros bloques políticos, a organizar una campaña en toda la Provincia. Los talleres y charlas ya realizados, como en la Media 20 de La Plata o en Matanza, mostraron un fuerte interés de docentes y estudiantes.

Vamos a organizar talleres, mesas debate, afichadas y agitaciones en las escuelas e institutos, además del petitorio que ya circula y de los pronunciamientos de los gremios, para sumar a esta campaña a esa imponente ola verde que convirtió a los lugares de estudio en centros de organización de la lucha por el aborto legal, la educación sexual y la separación de la Iglesia del Estado.