Políticas

29/10/2009|1106

Contra el Estado policial en la Ciudad

Ganemos la calle

el “caso James” representa el segundo gran golpe a la Metropolitana, después de la salida de Palacios. La investigación judicial confirmó esta semana los vínculos entre James, Palacios, Montenegro y Narodowsky, dejando en evidencia por otra parte a los funcionarios macristas, que retrocedieron en sus declaraciones de manera totalmente improvisada. Montenegro “no conocía” los vínculos de James con la Federal, pero Palacios, quien había presentado al agente, los conocía perfectamente. Para Narodowsky, James era un abogado con una relación “ocasional” con el Ministerio, sin embargo, cobraba 6.000 pesos por mes de la cartera de Educación.

Las contradicciones de los funcionarios revelan el fracaso del macrismo para tapar el armado conspirativo contra los trabajadores y opositores políticos en cuyo centro está la Metropolitana.

Frente a esta desbandada, Macri salió a contraatacar. Acusa al gobierno nacional de haber “infiltrado” a la Metropolitana, señalando que James no había roto vínculos con la Federal y la Side; Macri responsabiliza a Aníbal Fernández y a Randazzo del espionaje.

La respuesta de Macri revela una crisis general del armado precario que dio origen a la fuerza. La Metropolitana se armó sobre la base de un acuerdo entre el gobierno nacional y el de la Ciudad: los K votaron la ley de seguridad de la Ciudad que permite su armado. La nueva fuerza nació “infiltrada” porque prácticamente la totalidad de sus agentes provienen de la Federal. Macri incluso colocó a su mando a Palacios (y a Chamorro), procedentes de la cúpula de la Federal, como una “prenda de unidad” entre ambas fuerzas.

Ahora, incluso el (reaparecido) “Fino” Palacios dijo que se debería investigar a la Federal por el espionaje (La Nación, 25/10). La descarga de responsabilidades entre la Federal y la Metropolitana, y el choque de aparatos que revela introducen un poderoso principio de disgregación del aparato del Estado en el centro político del país.

Este cuadro general plantea la necesidad de disolver la Metropolitana, desmantelar el aparato policial de la Ciudad y los aparatos represivos y de conspiración de la Federal. Pero este es un planteo que a la oposición “legislativa” de Ibarra y el solanismo ni se le ocurre levantar.

Por el contrario, el viernes 23 un conjunto de organizaciones nos movilizamos a la Legislatura, en ocasión de la interpelación a Narodowsky y Montenegro, con el planteo de disolución de la Metropolitana y la Ucep, y está planteada una nueva movilización el 30.
Ganemos la calle con una gran campaña por estas consignas.