Los intentos de Ibarra y de Kirchner por sacar de las calles la lucha de Cromañón sufrieron un nuevo traspié. En la tarde del lunes 28, una larga columna de ocho cuadras recorrió el trayecto de Once a Plaza de Mayo. Un segundo fracaso del gobierno tuvo que ver con sus intentos de “despolitizar” esta lucha, pero, como nunca, la marcha fue recorrida por las consignas contra Ibarra y contra su plebiscito trucho. Como parte de esta tendencia, se destaca la movilización realizada el día domingo por el movimiento de familiares de víctimas de Villa Celina. Allí, se repudió el curso del proceso judicial que no ha imputado hasta ahora a uno sólo de los funcionarios del gobierno.

 

Al llegar a las inmediaciones de Plaza de Mayo, la marcha debió sortear otra tentativa de bloqueo: elementos afines al gobierno de Kirchner intentaron que la movilización no llegara a la Plaza. Con mucha determinación, toda la larga columna presionó para continuar y ganó, minutos después, la Plaza. Allí, se retomó la tradición de los actos de enero, con una radio abierta donde los familiares denunciaron a los gobiernos nacional y de la Ciudad. “Han pasado sólo dos meses, y ya no existimos para los hospitales públicos, donde tenemos que peregrinar y hasta presentar recursos judiciales para ser atendidos”. También se denunció el encubrimiento judicial en marcha para con Ibarra y sus funcionarios.

 

Sin sus banderas, pero con una fila de pancartas encabezando la columna –Abajo el plebiscito trucho, Fuera Ibarra, Asamblea Constituyente– el Partido Obrero concurrió organizado a luchar contra los asesinos de Once.